Las heridas que infligió a su marido con un cuchillo la mujer que se enfrenta ante un jurado popular en la Audiencia de Huesca a 20 años de cárcel por un presunto delito de asesinato le provocaron a la víctima una "muerte diferida" casi un año después de la agresión. Así lo aseguraron ayer los dos peritos forenses que declararon en la vista que se sigue desde el pasado lunes en la capital altoaragonesa contra Rosa María T. S. como supuesta autora del asesinato de su marido en julio del 2012, en una finca de Zaidín.

Según los dos forenses, la herida más grave que sufrió la víctima fue la que le causó la mujer en el abdomen, una cuchillada de unos cuatro centímetros de profundidad que le "destrozó" el aparato digestivo, según informó Efe. A juicio de estos expertos, esta lesión fue la que propició que la víctima estuviera ingresada varios meses en cuidados intensivos y la que le originó un shock septicémico por perforación de intestino que le llevó a la muerte casi un año después.

Los forenses explicaron que el shock septicémico con infección neumológica que sufrió la víctima durante sus largas estancias hospitalarias y las lesiones que le dificultaban la movilidad de sus brazos tuvieron su origen en las numerosas cuchilladas y cortes que le produjo su mujer.

Los dos especialistas no solo se mostraron convencidos de la existencia de una relación de causalidad entre las heridas y la muerte de la víctima, sino que concluyeron que las cuchilladas recibidas eran de "etiología homicida".

Por su parte, los peritos psiquiatras, entre ellos uno que la entrevistó pocas horas después de ocurrir los hechos, admitieron que la mujer sufría depresión, aunque negaron que padeciera un trastorno de carácter psicótico que le hubiera impedido ser consciente de lo que hacía y de sus consecuencias.