La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha acordado que las reservas de El Arquillo deben garantizar el 70% del suministro de agua de boca de Teruel, y no el 80% como hasta ahora, debido a que la prolongada sequía ha mermado sensiblemente las reservas de agua del embalse.

En la actualidad, quedan en este pantano cuatro hectómetros cúbicos, lo que supone menos del 20% de su capacidad total, situada en 21 hectómetros cúbicos.

El agua que no aportará El Arquillo procederá en adelante, de forma temporal, de dos pozos construidos en los años 90 del pasado siglo en el barrio de San Blas, según anunció el ayuntamiento.

El Arquillo se construyó en el cauce del río Guadalaviar en 1962 con el fin de garantizar el suministro de agua a la capital turolense y diversificar sus fuentes de abastecimiento. Se halla situado en el barrio de San Blas, al igual que los pozos.