La borrasca Filomena también ha hecho estragos en las instalación de la Feria de Zaragoza. La cubierta de pabellón cuatro, donde se encuentra la icónica bóveda de este complejo que aparece en su logotipo, se ha hundido parcialmente este domingo en torno a las 12 horas al ceder por el sobrepeso de la nieve acumulada en las últimas 24 horas. La techumbre de forma semicircular ha quedado deformada, como puede observarse desde el exterior del complejo, algo que ha llamado al atención de muchos zaragozanos al ser visible desde la carretera de circunvalación Z-40.

La institución ferial está evaluando la magnitud de los daños materiales y han encargado un estudio para ello. Está por ver si se requerirá una «simple reparación» porque se ha roto una cercha o será necesario sustituir la cubierta al completo, explicó a este diario el presidente de la Feria de Zaragoza y de la Cámara, Manuel Teruel. «Los peritos serán los que determine y tan pronto como sea posible se arreglará», apuntó.

Por el momento no se puede conocer con exactitud cuál es el alcance real de los daños en la bóveda como consecuencia del temporal, ya que no es recomendable entrar al interior del reciento ferial por la acumulación de nieve. «Hasta que no se derrita es peligroso estar ahí», apuntó.

Un recinto sin actividad ferial

Un recinto sin actividad ferialEl pabellón dañado se encuentra en la zona central del complejo. Con una superficie de 11.200 metros cuadrados, se trata del sexto pabellón más grande de los once que tiene Feria de Zaragoza.

No se han producido daños personales. Las instalaciones estaban cerradas y además carecen de actividad desde hace meses a causa de la pandemia. Todas las ferias previstas para la primera mitad del año han sido aplazadas al segundo semestre. La última gran cita que ha acogido fue la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola (FIMA), que se celebró a finales de febrero del pasado año.

Teruel aseguró que no hay constancia de que la cubierta abollada estuviera en mal estado y atribuyó lo ocurrido a un hecho accidental e inesperado como consecuencia de las extraordinarias nevadas registradas en Zaragoza, Aragón y buena parte de España.