La Audiencia Provincial de Zaragoza ha rechazado la solicitud de libertad que realizó Pablo F. B., el hombre que el pasado 9 de febrero protagonizó un grave altercado en el bar El Cubetazo del barrio de Delicias al sacar una pistola y efectuar varios disparos que alcanzaron a un cliente. La defensa, a cargo de la letrada Carmen Sánchez, lo instó, alegando, entre otros motivos, el alto riesgo de contagio de covid-19 que existe en las prisiones. Anteriormente, la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 2 de la capital aragonesa, también lo rechazó.

El tribunal provincial respalda la decisión de la instructora que entiende que sobre el sospechoso recaen indicios de autoría de un posible delito doloso de tentativa de homicidio -aún en caso de dolo eventual-, otro de amenazas y otro de tenencia ilícita de armas.

Unos delitos que ligan con la posibilidad del riesgo de fuga que consideran que es «consustancial a la naturaleza humana el tratar de eludir el eventual cumplimiento de una pena de tal entidad». Con respecto a la posibilidad del contagio, añaden que «está abierto a la totalidad de los ciudadanos, y sin perjuicio de valorar el internamiento forzoso del apelante».

Este hombre de 54 años explicó a la jueza que «iba muy pasado de alcohol y de drogas». «Recuerdo que entré al bar El Cubetazo, que dejé la cazadora en la silla y pedí una cerveza», señaló, y admitió que «no recuerda más que una bronca porque cuando regresó al bar de fumarse un cigarro su ropa ya no estaba».

La sorpresa se la llevó el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón cuando registró su vivienda y descubrieron un verdadero arsenal. Como adelantó este diario, los investigadores destacaron que junto a varios revólveres, también hallaron armas de fuego desmontadas, piezas de armas sueltas, munición de diferente calibre, así como sustancias utilizadas para fabricar munición. Estas escapaban a los controles reglamentarios.