José María R. R., un vecino de Zaragoza con un larguísimo historial delictivo, sumó ayer tres cargos más en su haber, después de haber robado un coche, haberlo conducido drogado y sin carnet y haber huído de un choque con un autobús en el Actur. Tras aceptar los hechos, la aventura se le quedó en 3.480 de multa, aunque si no la abona deberá volver a la cárcel --de la que salió por última vez en octubre del 2012-- y pasar nueve meses como recluso.

El hombre robó el coche anteayer, y mientras lo conducía chocó con un autobús de la línea 42 en la esquina de las avenidas Gertrudis Gómez de Avellaneda y Pablo Ruiz Picasso del Actur. La colisión no causó heridos, pero el conductor huyó del lugar, por causas que luego se averiguarían.

Una hora después del accidente, a las 23.45 del domingo, la Policía Local recibía una llamada en la que les alertaban de un turismo aparcado en la calle Predicadores, que parecía haber sufrido un choque y cuyo conductor parecía hallarse enfermo en su interior.

La patrulla que se acercó al lugar comprobó que el vehículo estaba abollado, y que su descripción coincidía con el que había tenido el incidente con el bus urbano.

Dentro del coche encontraron semiinconsciente a José María R. R., según comprobaron luego por una combinación de consumo de cocaína y heroína, aunque sin una gota de alcohol (dio 0,0) en el cuerpo. Había hecho el puente al coche --aún tenía el bombín colgando y el destornillador incrustado--, pero no había tenido fuerzas para seguir conduciéndolo.

Los agentes llamaron a una ambulancia, que le estabilizó y le practicó los primeros análisis de sangre, que revelaron la presencia de drogas en su organismo. Tras pasar por manos de la Policía Local, y por la Inspección de Guardia del Cuerpo Nacional de Policía, el hombre fue trasladado al hospital Clínico --donde repitieron y confirmaron los análisis-- y luego fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza, en funciones de guardia.

Por otro lado, el vehículo fue declarado siniestro total como consecuencia del golpe, el puente que le habían practicado y su estado inicial. Y precisamente su escaso valor es lo que salvó ayer, al menos momentáneamente, a José María R. R. de entrar en prisión. El perito judicial lo tasó en 150 euros, por lo que de un delito de hurto de uso de vehículo a motor --por el que probablemente hubiese ido a prisión, dados sus antecedentes-- pasó a una falta del mismo tipo.

Teniéndolo en cuenta, el abogado del detenido, Carlos Vela, llegó a un acuerdo con la Fiscalía por el que su cliente aceptó una condena de multa por tres delitos: falta de hurto, conducción bajo los efectos de las drogas y sin carnet.

En total, una condena 29 meses de multa, a seis euros diarios, que con el reconocimiento de la culpa --que reduce en un tercio la pena impuesta-- se quedaron en unos 3.480 euros. A los que habrá que añadir los daños causados en el autobús y la compensación a la propietaria del coche robado.

Si no los puede pagar, sí pasaría un día entre rejas por cada dos cuotas impagadas (12 euros), es decir, nueve de los 18 meses en los que se le quedó la multa.