Los atracadores, dos jóvenes de entre 25 y 30 años, actuaron con rapidez y frialdad. Hacia la una de la madrugada de ayer irrumpieron en el videoclub Drugstore, en el barrio zaragozano del Actur, y amenazando a las empleadas con una catana, una especie de sable japonés, se apoderaron de un botín de 700 euros con el que huyeron muy pocos minutos después en una motocicleta que habían aparcado en las inmediaciones.

"Llevaban el rostro tapado con cascos, pero aun así se notaba que eran jóvenes", relató ayer Esther, una de las dos trabajadoras que se encontraban en el establecimiento y que sintió cómo el miedo se apoderaba de ella cuando uno de los desconocidos alzó la catana para intimidarla. "En estos casos, no me lo pienso, les doy toda la recaudación", manifestó la empleada.

Los hechos sucedieron en la avenida de Pablo Ruiz Picasso, cuando el videoclub, en el que ya no había clientes, estaba a punto de cerrar sus puertas al público.

Investigación

"Uno de ellos se quedó en la puerta, vigilando, y el otro entró en la tienda esgrimiendo una catana", indicó Esther, de 25 años.

"Yo me asomé a la puerta en cuanto los vi en la calle, porque tenían una pinta muy rara y me pareció sospechoso que estuvieran mucho rato junto al escaparate, con los cascos puestos", añadió Esther. "Entonces, uno de ellos, el que llevaba el sable, se coló en la tienda y me dijo: ´¿Qué haces? ¡Venga, para adentro! ¡Dame todo lo que tengas!´".

La otra trabajadora, Irene, que estaba recogiendo los vídeos al fondo del local, se quedó paralizada por el temor, "temblando como un cascabel", según Esther.

Los asaltantes actuaron con tranquilidad, tomándose el tiempo necesario para que el golpe saliera bien. "Me hizo vaciar el contenido de las tres cajas registradoras, una tras otra, y luego me dijo que metiera todo el dinero en una bolsa de plástico y que añadiera unos paquetes de tabaco", declaró Esther.

El videoclub Drugstore, situado cerca de la esquina con María Zambrano, ha sufrido otros atracos, pero ninguno de ellos con las características del último.

"Otras veces los atracadores llegaban nerviosos y se marchaban con el primer dinero que robaban, mientras que los de ayer daban la impresión de que habían preparado el golpe muy bien", explicó Esther.

La Policía ha abierto una investigación para determinar la autoría del atraco.