Ciudadanos ha rematado este fin de semana su asamblea extraordinaria estatal, en la que han refrendado por una aplastante mayoría el proyecto político de Inés Arrimadas. La organización en Aragón está liderada por Daniel Pérez Calvo a falta de la renovación autonómica que deberán encarar en los próximos meses.

-¿Qué papel debe desempeñar una formación política en tiempos de coronavirus?

-Nuestra posición ha sido clara desde el primer momento. Hemos tenido la mano tendida, sin que eso signifique que se extiende un cheque en blanco. Y lo hemos hecho en todas las administraciones. Sabemos que esto es una lucha de todos. En Aragón se ha actuado igual. Somos conscientes desde el principio de que esto es algo que viene sin esperarlo y que por eso no existe un manual de instrucciones. Tampoco un programa electoral que te diga cómo afrontar una cosa así. Sería completamente injusto dejar solo al Gobierno de Aragón. Además, ellos tampoco deben afrontar solos esta tremenda crisis. Nosotros vamos a intentar ser proactivos al máximo.

-¿Se deben adaptar sus funciones a una situación de desorientación como esta?

-El papel que debemos desempeñar es el mismo que ha tenido Ciudadanos. Cumplir el objetivo para el que nació. Tenemos que ser un partido próximos a la sensatez de la calle. Creemos que España no quiere vivir en la radicalidad de los extremos. La gente cree que cada problema tiene su solución y que a veces se tienen que romper los corsés de los sectarismo ideológicos. Tenemos que insistir en la moderación y en la sensatez. La centralidad es un espacio en el que se fluctúa para encontrar soluciones. Incluso en crisis tan fuertes como esta. Creo que nosotros estamos apostando por esta línea de buscar la máxima unidad y el máximo consenso. El problema nos afecta a todos y no atiende a ideología.

-Algunas voces señalan que no se ha hecho suficiente autocrítica dentro de Ciudadanos...

-Estamos ante una asamblea extraordinaria que llega tras la dimisión del presidente Albert Rivera por un muy mal resultado electoral. Esta es la forma más completa de autocrítica que conozco. Eso nos obligó a acelerar un proceso que estaba previsto para dentro de dos años. Estos días se ha renovado la estrategia y los estatutos con la nueva ejecutiva de Inés Arrimadas. Fue elegido por una abrumadora mayoría de todos los afiliados. A partir de ahí irán todos los comités de dirección autonómicos y locales. Desde que nació Ciudadanos no ha hecho más que crecer, aunque ahora se haya sufrido un bache importante.

-¿La nueva dirección del partido asume estos errores?

-Insisto en que la mayor autocrítica que se puede hacer en un partido es presentar una dimisión. Para el partido fue algo doloroso porque nadie quería que Albert Rivera se fuera. Tenía todo el apoyo, el cariño y el respaldo de la militancia. Pero él es coherente con lo que se ha dicho siempre y asumió que ese fracaso era suyo. Desde entonces se abrió un proceso de reflexión. Se ha desarrollado una ponencia de estrategia, se han debatido enmiendas y se abrió la posibilidad de presentar diferentes candidaturas. Este proceso lleva cinco meses en marcha. Se ha producido debate, se han visto puntos de vista diferentes. Este fin de semana todo se ha votado democráticamente.

-¿Cuál es la situación actual en Aragón? Se han producido muchos conflictos internos y el secretario de organización, Ramiro Domínguez, ya anunció que abandonaba su puesto.

-El secretario de organización anunció que no iba a continuar en este proceso. No se ha producido una dimisión: Ramiro Domínguez sigue siendo el secretario de organización a la espera de que la renovación de los órganos de dirección del partido se defina nuevos cargos. Han decidido dar un paso a un lado para facilitar la renovación. Ramiro deja detrás un trabajo extraordinario con el territorio. Además ha ido resolviendo los problemas que han ido surgiendo, escuchando a todo el mundo. No se baja en marcha, pero aprovecha que empieza una nueva etapa para el recambio.

-¿Está dispuesto a liderar esta nueva etapa?

-Yo estoy a disposición del partido. Siempre lo he dicho, desde el momento en el llegué. Este es un proyecto de todos, pero alguien tiene que estar en el puente de mando, ser la cara visible del equipo. Si mi partido confía en mí para eso estaré encantado, será un verdadero privilegio. Lo que yo quiero no es tanto servir al partido, sino servir a la sociedad y los aragoneses desde un partido político de las características que tiene Ciudadanos.

-La relación de Ciudadanos con el Gobierno de Aragón ha sido tortuosa en algunos momentos. ¿Qué confianza tiene en Javier Lambán en estos momentos?

-No por nuestra parte, Nosotros no hemos dado un volantazo. Desde la investidura de Lambán hemos mantenido una política de mano tendida para colaborar en aquello que sea bueno para la ciudadanía. No creo en una oposición basada el que cuanto peor le va al que gobierna mejor le va al que pretende gobernar. Porque eso significa que le va mal a la gente. Nosotros queremos que las cosas se hagan. Además, nos podemos permitir el lujo de aportar soluciones desde la centralidad.

-¿La relación también es buena en lo personal?

-Tengo buena relación. Hemos congeniado bien. Creo que sabe que voy con buena fe en todas las cuestiones. Que soy una persona de fiar. También pienso que él es una persona de fiar. Se podrá equivocar en algunas cuestiones, porque todos nos equivocamos. Pero no creo que en su hoja de ruta exista ningún tipo de afán por hacer mal las cosas. En una crisis como la actual está deseando que salgamos de esto cuanto antes.