La gota fría que provocó el desbordamiento del río Alfambra en Teruel ha provocado problemas sobre todo en caminos, pero no ha tenido afecciones personales, por lo que la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, se ha mostrado "satisfecha" por el dispositivo desplegado.

Ante los medios de comunicación, Buj ha destacado que a pesar de las lluvias intensas no ha habido que lamentar daños personales, en buena medida por el trabajo de la Policía Local que, en el caso de la ciudad de Teruel, avisó a los habitantes de las casas más cercanas al río antes de que la crecida llegara a la ciudad.

"Ha habido seguridad para las personas en todo momento", ha resaltado la primera edil, que durante el fin de semana también ha visitado junto al concejal responsable alguna de esas zonas afectadas.

Además, los agentes también limitaron el acceso tanto de vecinos como de curiosos a las zonas cercanas a los ríos que bajaban con un gran caudal, como en Villaba Baja, donde el agua estuvo a punto de superar el puente que lo cruza a su paso por la localidad.

A partir de hoy, cuando la situación se ha normalizado, ha comenzado la evaluación de los daños que obligarán sobre todo, ha dicho la alcaldesa, al arreglo de caminos y labores de limpieza.

Buj ha recordado que las fuertes lluvias han hecho también que el pantano del Arquillo, del que se suministra la ciudad, esté al máximo de su capacidad y desembalsando durante todo el fin de semana para garantizar la seguridad de la infraestructura.

En todo caso "que no se preocupe nadie", ha enfatizado, porque eso no va generar problemas ni nuevas crecidas.