--¿Le ilusiona estar en un documental?l

--Sí. Mucho.

--Es un documental difícil...

--Lo es. Esto comenzó con una sesión de fotos, y Judith, la fotógrafa se dio cuenta de que se quedaba corto. Vio que con un vídeo expresaba mucho más, aunque es cierto que las fotos de Judith son muy expresivas.

--¿Por qué se interesó ella por usted?

--Le habían hablado de mí y ella quería que yo contase mi historia, como referente de cientos de historias similares.

--¿Cuándo se conocieron?

--Cuando nos conocimos yo llevaba diez meses en el Centro de Reinserción Social. Había estado en Zuera, dos años y antes en Soto del Real y Brieva, total tres años.

--¿Le importa dar a conocer qué le sucedió?

--No me importa. Me gustó hacer el documental para contar mi historia, y para demostrar que no todo el mundo que está en la cárcel es un criminal. Incluso para explicar que se puede volver a tener una vida normal.

--La pillaron con un tema de drogas...

--Exacto. Yo estaba en una situación económica difícil, me propusieron un viaje como mula y me pillaron. Así de simple.

--Usted era estudiante.

--Estaba trabajando. Había empezado traducción e interpretación de inglés y alemán. Yo vivía en un piso compartido y la línea telefónica estaba a mi nombre. La factura acabó muy elevada, gracias a una de mis compañeras. Y tuve que responsabilizarme. En ese momento de desesperación me ofrecieron hacer de mula y me pillaron.

--Usted ha tenido tiempo de meditar. ¿Es una cuestión de mala suerte?

--Cuando estás desesperado no piensas. Luego te vuelves loca pensando. ¿Mala suerte? Me pillaron en Madrid, porque si me pillan en República Dominicana, quizás no hubiera vuelto de allí...

--¿Qué ha aprendido?

--Creo que me he sacado un master de vida, sobretodo he aprendido a valorar las pequeñas cosas y a darle importancia a lo que realmente la tiene. Una se vuelve más cauta pero también más desconfiada. Las mujeres nos volvemos más frías. Por fortuna, con el tiempo vuelves a ser la que eras.

--Hace exactamente dos años que fue indultada.

--En Semana Santa de 2012. En Tercer Grado, la Junta de Tratamiento me propuso para el indulto. Tras una entrevista con la cofradía de la Piedad, apostaron por mí.

--Un nombre.

--Nelson Mandela.