Comarcalización. Municipalismo. Poder local. Son términos con calado. Palabras que encierran en sí mismas un intenso debate de ideas que esta misma semana ha cobrado toda su fuerza con motivo del Congreso Internacional Municipia Siglo XXI que se ha celebrado en el palacio de Sástago. Han sido unas jornadas de trabajo de gran intensidad en las que no han faltado reflexiones de importancia.

De los participantes, el presidente de la DPZ, Javier Lambán, fue uno de los más explícitos, poniendo sobre la mesa las posibles confrontaciones de dos modelos de administración como son comarcalización y municipalismo.

Lambán, partidario de conceder a los ayuntamientos cada vez más competencias y financiación y de reforzar la figura de las diputaciones como órganos de referencia y cooperación, ha lanzado ideas claras y contundentes: "Las comarcas provocan problemas en los ayuntamientos" o "el poder local es el tercer pilar del estado".

Problema grave

Lambán defiende la existencia de las diputaciones como "garantes" de un modelo de Estado y también de las comarcas, pero siempre que éstas tengan un carácter de mancomunidades.

El presidente de la DPZ tacha de "gravísimo" el problema de la financiación de los municipios y destaca la "expectación general no exenta de esperanza" ante el nuevo marco local anunciado por Rodríguez Zapatero. "No hay duda de que la base, el núcleo esencial de ese poder local, es el municipio", dijo antes de añadir que es ahí donde debe centrarse el debate que afecta a las diputaciones y a las comarcas.

Entre los argumentos ofrecidos por Lambán destaca que las comarcas se han generado de arriba a abajo. "Debían haber sido herederas de las mancomunidades, surgidas de abajo a arriba, basadas en la voluntariedad y en la flexibilidad".

Reflexionó asimismo sobre una teórica supresión de las diputaciones provinciales para que fueran sustituidas por comarcas. "Podría hacerse --dijo--, con el resultante de que Aragón pasaría de estar dividida en tres provincias a estar dividida en tres comarcas, Zaragoza, Huesca y Teruel, y para ese viaje no hacen falta alforjas", consideró.

El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, que también ha participado en el congreso, justificó la relación entre las distintas administraciones: "En un sistema complejo como el que se tiene en España hay muchas competencias que están distribuidas entre varias instituciones y eso produce cierta tensión, pero es inherente a una vida democrática robusta".

Mientras, el Oficial Mayor de la DPZ, Jesús Colás Tenas, consideró que el proceso de comarcalización de Aragón ha tenido "algunas incongruencias".

El profesor Francisco Caamaño, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, que también participó en el congreso, dijo que "provincia y comarca no parecen realidades compatibles".

Otro de los participantes, el presidente de la Diputación de Badajoz, Juan María Vázquez, defendió que las diputaciones "deben liderar el proceso de comarcalización".

El director general de Cooperación Local del Ministerio de Administraciones Públicas, Manuel Zafra, aseguró que la singularidad institucional de las diputaciones estriba en que "garantiza solvencia técnica y autonomía local, y ofrece una visión de conjunto de los municipios".

Mientras, el secretario de Estado de Cooperación Territorial, José Luis Méndez, que abrió el congreso junto a Iglesias, recordó que "en un país con 8.000 municipios y de ellos 6.000 con menos de dos mil habitantes" es "imprescindible" que existan estructuras como "diputaciones, comarcas, mancomunidades y áreas metropolitanas".