El Consejo de Estudiantes de la Universidad de Zaragoza ha emitido un comunicado para que se respete la voluntad de aquellos estudiantes que prefieran realizar la evaluación de forma telemática por «motivos de salud y seguridad». El debate está servido, puesto que en las últimas semanas el asunto de la presencialidad para las pruebas de evaluación se ha extendido por toda España. Y una vez ha llegado el periodo de exámenes las imágenes de pasillos abarrotados en las facultades aragonesas se han difundido de forma viral por las redes sociales. Dentro de las aulas el problema de las distancias es menor (que no inexistente, según denuncian algunos estudiantes) pero el frío se vuelve entonces el principal inconveniente.

El Consejo de Estudiantes es la máxima institución de representación estudiantil dentro de los órganos de gobierno de la universidad y su presidente, Juan Garrido, explicaba este lunes que en los últimos días no han mantenido ningún contacto con el rectorado para tratar este asunto. Su petición se basa en que la universidad comprenda a aquellos alumnos que, en plena cuarta ola de covid, tengan reticencias a juntarse con más de 50 personas en una sala durante dos horas. Pero desde la Universidad de Zaragoza recuerdan que la decisión de celebrar los exámenes de manera presencial se tomó en el Consejo de Gobierno, en el que los estudiantes están también representados. Asimismo, aseguran que «el porcentaje de estudiantes que piden exámenes online no es mayoritario», aunque admiten que en el día de ayer se dieron algunos problemas «puntuales» por aglomeraciones en los accesos a las aulas. A partir de hoy, aseguran desde el campus, «se va a poner especial atención para corregir esa incidencia».

En el comunicado, el Consejo de Estudiantes ponía como ejemplo Almería que, a pesar de haber comenzado también ya el período de exámenes, ha dado marcha atrás y va a realizar las pruebas de forma telemática. Pero desde la universidad explican que Almería se encuentra en una situación (con respecto a la pandemia) mucho peor que Zaragoza. Si bien, el Consejo pide que también se respete a aquellos que prefieran seguir realizando las pruebas dentro de las facultades.

A pie de calle, la polémica generada en Twitter se vivía algo más calmada, aunque no era difícil encontrarse con la queja de algún estudiante. «Hoy teníamos examen y ha ido bien. Nos han llamado en tandas de 10 minutos para evitar que hubiera aglomeraciones, pero el jueves tuvimos otro y estábamos todos apelotonados. Además, te exigen que el examen sea presencial, pero después la revisión la tienes que hacer de forma telemática. Es contradictorio», denunciaban cuatro estudiantes de cuarto curso de Medicina, que charlaban frente a la fuente del campus San Francisco después de realizar su prueba.

Cerca, otro grupo de alumnos, en este caso matriculados en Lenguas Modernas, contaban también que todos sus exámenes, siete, serán de forma presencial. «Ahora hemos tenido uno y estábamos separados, pero nos han puesto un audio que teníamos que escuchar y los del fondo no oían, así que nos hemos tenido que juntar todos en las primeras filas», criticaban. El problema, apunta la mayoría, es que la organización de los protocolos depende de cada profesor. «Entiendo que los exámenes sean en el aula pero falta claridad», lamentaba un joven.