Escultora

Sus esculturas tienen la energía del hierro y la fragilidad de la poesía. Hay que verla. Estará hasta el 22 de octubre en Centro Cultural de Ibercaja del Actur (Antonio G. Abril, 1, de 19.00 a 21.00 h.)

--Hace falta fuerza física para hacer sus esculturas.

--Sí, yo las confecciono con mis manos, y muchas de las obras requieren incluso bastante precaución, porque como se te vaya la radial te puede causar problemas. Aparte de los estudios de arte hice un curso de soldadura, incluso tengo el título concedido por Industria.

--Muchos artistas eliminarían esa forma de arte por la simple incomodidad.

--Ojo, salvo que vayas a un taller y te lo hagan... A mí me gusta tocar lo que estoy haciendo, sentir que es mía desde que la concibo en la cabeza hasta que la veo terminada. El artista tiene que hacer el parto completo.

--¿Qué busca exactamente?

--Siempre he sabido lo que no me gusta, nada más verlo. ¿Y qué busco? No busco una forma concreta, en realidad encuentro...

--¿Trata de utilizar simbología clásica o utiliza las suyas propias?

--En este tipo de obra utilizo el símbolo como parte del significado de la obra, es un lenguaje universal, y lo utilizas para atravesar fronteras.

--Pero no es arbitrario el utilizar un material u otro.

--No, no, por supuesto. El propio material tiene un componente, y el aragonés por nuestra climatología somos gente dura, por eso utilizo el hierro; incluso la resina con aspecto de piedra tiene ese aspecto. Yo creo en que las personas están condicionadas por el lugar en que han nacido... Las telas que ves en Andalucía no tienen nada que ver con las del Norte, y eso habla de una climatología.

--Pero también tiene fragmentos frágiles, obras delicadas.

--Claro, claro, lo bueno es que siendo materiales muy pesados tienen ligereza. Son materiales muy duros pero siempre están en equilibrio.

--¿Cuál ha sido su evolución como creadora?

--Siempre he trabajado en escultura, incluso conservo piezas en plastilina de cuando tenía once años, de niña. Yo estoy convencida de que lo mío es vocacional. Yo antes de hacer una obra la veo mentalmente, la giro en la cabeza. Una escultura tiene infinitud de puntos de vista y todos tienen que ser correctos, porque a mí me gusta incluso que la gente toque las obras.

--¿Dónde ve colocadas sus obras?

--Sobre todo en lugares públicos, es el orgullo para el autor, el que su pieza esté presidiendo una plaza, observando y siendo observada.