Un defecto formal, la falta de motivación de la destitución, ha devuelto a la anterior interventora de la DPZ a su puesto en la corporación. Así lo ha sentenciado un juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Zaragoza, si bien todavía se puede recurrir, tal y como informó ayer Heraldo. El presidente de la institución manifestó que desconocía el fallo, por lo que consideró "precipitado" pronunciarse sobre el mismo.