El Ministerio de Defensa se muestra receptivo al plan del Ayuntamiento de Zaragoza de reforestar 1.200 hectáreas en los próximos diez años, para lo cual cederá, como solicita el alcalde, Jorge Azcón, en torno a mil hectáreas en el perímetro del campo de maniobras de San Gregorio, sobre los cortados del Ebro.

Un millar de esas hectáreas están en el término municipal de la capital aragonesa, en las cercanías de los galachos de Juslibol, en la denominada zona de servidumbre, lo que permitirá que el círculo repoblado en torno a Zaragoza no quede interrumpido por el hecho de lindar con terrenos que son propiedad de Defensa.

Así se dio a conocer ayer en la capital aragonesa, en el curso de una visita de la ministra de Defensa, Margarita Robles, a la primera guardería que se habilita en la base de San Jorge, una instalación militar de la carretera de Huesca que acoge diversas unidades del Ejército de Tierra, entre ellas la Brigada Aragón I.

Negociaciones previas

«Es un tema que se ha planteado el otro día entre la secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, y el alcalde de Zaragoza, en una visita que realizó a Madrid», confirmó Margarita Robles, en referencia a la negociación entre ambas partes que ya fue adelantada por EL PERIÓDICO DE ARAGÓN.

«Se trata de encontrar una zona concreta y que reúna las condiciones adecuadas para repoblar, pero además con un compost reciclable, para aprovechar todas las materias de desecho», dijo Casteleiro, aunque no precisó si se implicará el Ministerio para la Transición Ecológica.

«Se ha encontrado la zona en el que se llevará a cabo la siembra y ya está el camino en marcha», precisó Casteleiro, en referencia a la franja sobre la margen izquierda del Ebro, entre Juslibol y Casetas. Al parecer, señaló la secretaria de Estado, este tipo de reforestación ya se ha intentado en otras ocasiones, «pero nunca ha dado resultado».

"En todos los polígonos"

«Ahora hay unas zonas estudiadas donde se pretende potenciar la replantación de especies», subrayó el general Francisco Javier Varela Salas, Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), quien reconoció que se trata de «un terreno árido, con poca agua» y que ofrece dificultades para la reforestación.

La iniciativa de repoblar zonas en los campos de maniobras es antigua, se hace en toda España», continuó Varela, que recordó que fueron los militares quienes primero repoblaron el entorno de San Gregorio en los años 70.

La idea es firmar más adelante un convenio en el que se contemplan 1.000 hectáreas, aguas arriba de Ebro, en otros términos municipales. Al margen, San Gregorio alberga muchas extensiones ya arboladas, si bien la gran mayoría se sitúa fuera de Zaragoza, hacia Tauste y Castejón de Valdejasa.

El proyecto municipal se basa en la plantación de unos 700.000 árboles en la periferia de Zaragoza, creando así un cinturón verde que absorba una parte considerable de los gases de efecto invernadero que produce la capital del Ebro, como aportación local a la lucha contra el cambio climático.

Misiones en el extranjero

Con la aportación de Defensa, se duplica prácticamente el número de hectáreas que el Gobierno de PP-Cs había planteado repoblar en un principio.

Gran parte de la visita de la ministra de Defensa se centró ayer en la nueva guardería y en las instalaciones de la Brigada Aragón I, que en estos momentos mantiene misiones activas en Letonia (protegiendo a un aliado de la OTAN), en Malí (formando a sus fuerzas armadas) y en Líbano (asegurando la paz entre las distintas facciones enfrentadas en un conflicto armado).

Robles señaló que ha visitado la guardería en varias ocasiones, cuando solo existía el solar, durante las obras y ahora que se haya en marcha desde diciembre "de forma satisfactoria", según explicó. "Los niños ya están integrados", manifestó la ministra, que se ha presentado a los pequeños diciendo que era la "tía Margarita". Estos la saludaron y le entregaron, a modo de regalo, un centro de flores de papel.

La responsable de Defensa afirmó que la guardería constituye un paso más dentro de la política para fomentar "la conciliación" entre trabajo y vida familiar en el seno de las Fuerzas Armadas.

"Un trabajo que no tiene precio"

En su recorrido por la Brigada Aragón I asistió al despliegue de efectivos que han estado implicados en las misiones internacionales, con el equipamiento y armamento utilizado, y de los que se han dedicado a labores de desinfección (operación Balmis) y de ayuda a la población con motivo del temporal Filomena en enero pasado.

"Quienes han participado en las desinfecciones de residencias y otros centros colectivos han realizado un trabajo que no tiene precio", recalcó Robles.