Falta de información por parte de las autoridades judiciales turcas. Ese es el argumento del Ministerio de Defensa para justificar el retraso en las pruebas de ADN exigidas por los familiares de las víctimas del Yak-42, que desean cotejar en Turquía si las identificaciones de las víctimas se realizaron correctamente.

"Solicitamos con carácter de urgencia datos sobre el número de muestras de tejido de los militares muertos que posee el Instituto Forense de Estambul y sobre los procesos a seguir. Además, no sabemos cuántas familias quieren viajar, pero quien quiera hacerlo podrá ir", explicó un portavoz del ministerio.

Otra de las opciones que ha planteado Defensa se centra en llevar a cabo los exámenes por vía diplomática. Pero los allegados desean presenciar el procedimiento para evitar posibles "alteraciones".

Algunas viudas como Rosario Benítez valoraron las palabras del portavoz de Defensa como una forma de "ganar tiempo antes de las elecciones". "En otras tragedias se ponen aviones al servicio de las familias en menos de 48 horas. Además, los médicos españoles firmaron las autopsias y ya conocen los datos que se han pedido", denunció Benítez. Esta viuda agregó que "debería ser el ministerio el que preguntara a los afectados si desean ir".

Por otra parte, el informe de la Comisión Internacional que investiga el accidente está "a punto de cerrarse", indicaron las fuentes de Defensa consultadas, aunque parece ya imposible que se dé a conocer antes de los comicios. En principio, se convocará un pleno una vez el texto esté redactado. Una reunión en la que "no se esperan alegaciones".