El Ministerio de Defensa estudia suprimir la Brigada de Caballería Castillejos, con base en Zaragoza, dentro de la reordenación de los efectivos militares que va a efectuar en los próximos meses, según informó El País. Sin embargo, ayer mismo, el segundo jefe del Estado Mayor del Ejército, el teniente general Jesús Carlos Fernández Asensio, aseguró en la capital aragonesa que la reorganización interna de las Fuerzas Armadas afectará poco a Aragón, ya que las unidades que quedarán en Zaragoza serán prácticamente las mismas y posiblemente haya más, según manifestó a la agencia Efe.

Mientras, las brigadas se cerrarán para reestructurarlas y la que quedará en la región tendrá elementos de la de caballería, de la de montaña y otros efectivos que vendrán de Madrid, agregó el teniente general tras impartir una conferencia sobre La transformación del Ejército, con motivo de su nombramiento como académico de la Real Academia de Ciencias de Zaragoza.

Según el diario madrileño, Defensa está trabajando en la creación de las llamadas Brigadas Orgánicas Polivalentes (BOP), lo que supondrá reducir a ocho las diez formaciones de este tipo existentes en la actualidad. En principio, las destinadas a la desaparición serían la de Castillejos y la San Marcial, de infantería ligera y actualmente desplegada en Euskadi.

Con todo, estos cambios organizativos no entrañarán la desaparición de las unidades de combate afectadas. En el caso de los regimientos de caballería de la Brigada Castillejos, pasarán a engrosar unidades ligeras, como la paracaidista.

Al parecer, en altas esferas castrenses se tiene intención de crear una nueva brigada Aragón que estaría compuesta de las tropas de montaña con base en Jaca, Aizoain (Navarra), Sant Climent Sescebes (Gerona) y El Bruch (Barcelona), más una brigada de caballería de Zaragoza.

El objetivo es que las nuevas brigadas orgánicas polivalentes conformen el núcleo de la Fuerza Operativa Conjunta y que siempre haya una o dos de ellas totalmente preparada para una intervención.

En este sentido, Fernández Asensio se apresuró ayer a dejar claro en Zaragoza que esta transformación del Ejército será "sensata, realista y con los pies en el suelo", de forma que las brigadas polivalentes se conviertan en unas unidades con materiales modernos y sean capaces de actuar en muchos escenarios. Claro que este cambio implicará cerrar y adelgazar unidades existentes. "La parte mala", dijo el mando del Estado Mayor, es que hay que pasar de diez brigadas especializadas o ocho, por lo que dos cuarteles generales de brigada desaparecerán.