Una zaragozana ha evitado ser asesinada por su exmarido, después de que el cuñado de su actual expareja descubriera una carta manuscrita en la que confesaba el asesinato que iba a cometer. Tras ser detenido y puesto a disposición judicial, el sospechoso, Rubén P. M., ya duerme en el centro penitenciario de Zuera.

La denuncia la interpuso la propia afectada en la comisaría del Actur del Cuerpo Nacional de Policía. Ante los agentes, esta mujer explicó que en la tarde del pasado martes se había puesto en contacto con ella un familiar de su exmarido, quien había encontrado «una serie de cosas muy serias que debería saber, que en una confiesa su asesinato y que en otra se despide de la hija de 7 años que ambos tienen».

Afirmó la mujer que están separados desde hace 3 años, que tienen la custodia compartida con respecto a la menor y que durante toda la relación ella sufrió malos tratos tanto físicos como psíquicos, teniendo que ser asistida sanitariamente en alguna ocasión, aunque nunca puso una denuncia.

La carta en la que confiesa este asesinato está fechada el 1 de mayo del 2015 y tiene como título: Entrega a la Policía de Zaragoza por asesinato. Tras presentarse con nombre, apellidos, DNI y lugar de residencia quiere dejar constancia de que «va a matar a (la denunciante), madre de su primera hija». «La voy a matar con un cuchillo en el portal de su casa, por todo lo que ha hecho a mí y a toda mi gente», asevera.

LOCALIZACIÓN / «Dejo esto por escrito para que no busquen al asesino, soy yo, llamarme al siguiente teléfono y me entregaré por asesinato», afirma Rubén P. M. «Ya que dejo a una hija huérfana de madre y yo en la cárcel, quiero, pido y solicito que esté atendida por mi familia paterna, ya que tienen recursos económicos y morales para su educación y alimentos».

Una misiva que llevó a la Policía Nacional a decretar de forma inmediata la protección de la mujer y el arresto del sospechoso, quien pasó ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Zaragoza cuya magistrada decidió decretar la prisión, provisional comunicada y sin fianza por un delito de amenazas en el ámbito de la violencia de género, si bien los califica de muy graves. El encausado negó los hechos y su abogada defensora, Carmen Sánchez Herrero, señaló que «la medida es desproporcionada y que los hechos no están constatados». Sin embargo, la jueza instructora señala que hay suficientes pruebas para ello, además de invocar «la alarma social que conlleva lo relatado» y del peligro de que pudiera «eludir la acción de la justicia». Fiscalía y el abogado de la víctima, Fernando Octavio de Toledo, solicitaron la prisión.

Junto a la carta en la que confiesa el crimen, la Policía Nacional también aporta otra dirigida a la niña de 7 años de ambos. «Hola, soy tu padre. Siento el sufrimiento por el que estás pasando, que ya no tienes a tu madre, yo estoy muy lejos y que tampoco me puedes ver hasta dentro de mucho», señala, mientras añade: «Intentaré explicarte todo lo pasado y porque papá hizo en su día lo que hizo, sé que no lo vas a entender y que nunca me perdonarás».

«Solo te pido que seas una niña buena, que estudies y que te acuerdes de todas esas cosas que te he dicho durante mucho tiempo, acuérdate de tus yayos si algún día te hace falta algo. Te quiero mucho, tu padre», concluye.

La denunciante aseguró ante la jueza que desde que se separaron sufre insultos y amenazas, que está obsesionado con ella. El hombre está esperando otra hija.