La coincidencia de una concentración neonazi en Zaragoza el pasado sábado con varias agresiones registradas la siguiente madrugada en esta capital han provocado un amplio rechazo social. La reunión había sido comunicada previamente a la Delegación del Gobierno en Aragón por el Movimiento Social Republicano, un partido que está legalizado. Por este motivo, la Delegación no puso impedimento para que se realizara.

La Brigada de Información de la Policía investiga ahora la posible relación de personas que participaron en la concentración con el apaleamiento sufrido por un joven a las seis de la mañana del domingo en la calle del Comandante Santa Pau.

Eduardo Ameijide, delegado del Gobierno, condenó ayer las agresiones registradas en Zaragoza, pero afirmó que aún no se ha identificado a los autores.

Ameijide aseguró que, desde la Delegación del Gobierno, "se hará todo cuanto sea necesario para erradicar planteamientos que pueden tener connotaciones xenófobas". En su opinión, se trata de hechos puntuales que no hay que magnificar.

El delegado señaló a este periódico que la concentración fue comunicada por un partido legalizado, Movimiento Social Republicano, "y yo puedo darme por enterado y disponer la medidas policiales de protección a los manifestantes o denegarla si existen razones fundadas de que pueden producirse alteraciones graves del orden público, que no es el caso. Otra forma de actuar sería cercenar los derechos de los ciudadanos".

Tal como informó este periódico, la agresión se produjo cuando la víctima, Angel Miguel R. D., estaba en compañía de unos familiares, que también fueron golpeados al intentar salir en su defensa.

Dos unidades policiales se desplazaron a la zona, aunque víctimas y agresores ya no estaban allí. Poco después, la Policía localizó en la Puerta del Carmen al agredido y le trasladó al hospital Miguel Servet, donde fue asistido y dado de alta posteriormente.

INVESTIGACION La Policía tomó ayer declaración a los afectados, quienes cuestionaron que los agresores fueran neonazis, ya que llevaban el pelo corto, pero no totalmente rapado, y la vestimenta no es la habitual de estas tribus urbanas. Pese a ello, la Brigada de Información continúa las investigaciones hasta el total esclarecimiento de los hechos.

Por otra parte, las citadas fuentes policiales señalaron que la presencia de 200 neonazis en Zaragoza en la tarde del sábado "estuvo controlada en todo momento, desde el encuentro de los participantes en un local de la calle Madre Sacramento hasta el fin de la concentración en el Paraninfo. Posteriormente, también se vigiló los movimientos de los asistentes mientras permanecieron en la ciudad".

Sin embargo, el diputado de CHA en las Cortes de Aragón Gonzalo González denunció ayer que existe "excesiva permisividad" por parte de la Delegación del Gobierno hacia las acciones de los grupos neonazis y acusó a la institución de practicar una política de "brazos cruzados".

Este partido explicó en una nota de prensa que el Informe Raxen elaborado por el Movimiento contra la Intolerancia recoge el elevado número de agresiones producidas por neonazis en Aragón, que evidencia su grado de organización.