La denuncia de la violación ocasionó problemas a la víctima y a su madre, Milagros C., que al día siguiente de formularla fueron amenazadas con ser violadas si no se retractaban por un hermano y un amigo del acusado, a quienes acompañaban dos adolescentes cuyo testimonio tomó en consideración la juez para absolver a J. E.. En el juicio que se celebró en el Juzgado de lo Penal número cinco por estos hechos en diciembre de ese año, los jóvenes confesaron las amenazas y fueron condenados a seis meses de prisión.