El nuevo proyecto de seguridad ciudadana provoca escepticismo en medios policiales, donde se aduce que todos los planes que se han puesto en marcha desde la unificación del Cuerpo en 1986 han resultado "un fiasco". Siempre se han encontrado con el hándicap de la falta de medios y efectivos y la situación es peor ahora. Sin embargo, el proyecto establece que no habrá incremento del gasto público.

Sin embargo, nadie discute la necesidad de dar carpetazo al Plan Policía 2000, conocido como Plan Cotino por el director general que lo impulsó y que ha supuesto uno de los mayores fracasos en la historia de la seguridad ciudadana en España.

Desde que se puso en marcha en el 2000, los delitos crecieron un 14,3%, al pasar de 1.851.604 en 1999 a 2.116.461 en el 2003. La tasa de criminalidad (infracciones por cada mil habitantes) aumentó en ese periodo de 46,1 a 50. Los datos son del Ministerio de Interior, pero los reales, los que facilita cada año la Fiscalía General del Estado aún son más preocupantes.

En Aragón, los delitos crecieron en ese tiempo de 41.238 a 44.727, con un incremento del 8,5% y la tasa de criminalidad evolucionó de 28,8 a 37,3. En Teruel, que todavía es con diferencia la provincia más segura de España, se registraron 1.953 infracciones penales el año pasado, frente a las 1.508 de 1999, con una variación al alza del 29,5%. Los aumentos de delitos fueron menores en Huesca (11,8%) y Zaragoza (7%).

Las cifras delictivas de Aragón empalidecen frente a las de algunas comunidades españolas, como la de Valencia, donde las infracciones crecieron un 34,4%, o la de Baleares, primera en el ránking del aumento de la criminalidad, con un 76,3% más que en 1999.

El incremento de la delincuencia ha afectado principalmente a las ciudades, por lo que la reestructuración de la Policía parece ineludible, aunque su mejora difícilmente saldrá gratis al Estado.