El servicio de Urgencias del hospital Royo Villanova, en Zaragoza, vivió ayer una jornada de saturación con demoras de más de cinco horas de espera para la primera atención sanitaria, según denunció el personal.

A primera hora de la tarde, hasta 40 pacientes estaban pendientes de ser recibidos. «No hay ni camillas para poner a la gente. Estamos desbordados», añadieron los trabajadores, quienes denunciaron la «escasez» de las plantillas, que no llegan a cubrir todo el trabajo que se requiere «de forma adecuada debido a la carga de tarea que se acumula», añadieron. Por la mañana hubo tres médicos para todas las urgencias, según el personal, mientras que por la tarde, aunque acudió alguno más, la situación no mejoró.

El perfil de los usuarios del royo fueron, principalmente, personas mayores. La gripe, que ya es epidemia en Aragón, está detrás de muchas de las visitas a Urgencias estos días, un proceso que puede ser atendido en un centro de salud. Precisamente, el personal del Royo incidió en la «falta de educación sanitaria» de la población, porque «acuden a un hospital por cosas que son de Atención Primaria como una irritación de piel o un lumbago», apuntaron.

La situación se produjo tan solo un día después de que el hospital Miguel Servet, también en Zaragoza, volviera a tener saturadas sus urgencias. Fuentes del centro precisaron que ayer «todo estaba tranquilo», aunque la presión asistencial se mantuvo alta, según los sanitarios.

Las atenciones han alcanzado en los últimos días los casi 700 pacientes debido a la gripe, los catarros y el periodo de vacaciones de varios médicos.

Problemas en Barbastro

Pese a que desde el Departamento de Sanidad se apuntó estos días que se ha reforzado el servicio del Miguel Servet, los trabajadores dudan de ello. «Quizás haya más personal auxiliar y se hayan abierto camas, pero médicos son los mismos que cualquier día. Y si alguno cae enfermo o está de permiso no se sustituye. Esta semana hemos tenidos días con dos huecos sin cubrir», aseguró el personal sanitario.

Los problemas que se registran en los hospitales de Zaragoza también se extienden a otros centros de la comunidad en los últimos días, especialmente, por las bajas temperaturas y la confirmación de la epidemia de la gripe.

Así, varios pacientes criticaron ayer que en Barbastro el servicio de Urgencias estaba «desbordado» a las 18.00 horas.

«Llevamos siete horas esperando. Aquí nadie hace nada, hay gente mayor durmiendo en las sillas unas 8 horas. Esto es una vergüenza, somos enfermos y no venimos aquí por gusto», denunció a este diario una persona que se encontraba en el hospital oscense.

«¿Alguien va a hacer algo ya de una vez? Esto es insoportable», criticó.