Los técnicos del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) han denegado el permiso de adopción a una mujer de 49 años por considerar que, por su edad, no es idónea para criar y educar a un niña de nacionalidad china con sólo quince meses de vida.

La decisión del organismo de la DGA que regula las adopciones ha sumido "en la desesperación" a los padres adoptantes, Juan Luis Quintilla y Maribel Casanova, ambos de Huesca y docentes de profesión. El matrimonio tiene cuatro hijos entre 16 y 3 años, todos ellos adoptados. Tres de los hermanos son españoles y uno, el más pequeño, es de nacionalidad china.

"Los técnicos del Gobierno de Aragón alegan que mi mujer rebasa en tres años la edad máxima, que está situada en los 45 años, para adoptar un segundo hijo bebé", afirma Juan Luis Quintilla. "Se guían por unos criterios burocráticos que marginan cualquier atisbo de sensibilidad hacia la niña, que está en un orfanato chino, y hacia los padres adoptantes", se duele este profesor de instituto de 58 años.

La adopción de la menor ya había sido concedida por el Gobierno chino el pasado mes de septiembre a los padres oscenses, por considerar que reunían todos los requisitos exigidos en el país asiático. Sin embargo, la DGA, que tiene la última palabra en la materia, ha aplicado un criterio que, según el matrimonio y la Asociación de Familias Adoptantes de Aragón (AFADA), "es discutible y arbitrario y no se practica en ninguna otra comunidad autónoma ni país de nuestro entorno".

IDONEIDAD Fuentes del IASS aseguraron ayer a este medio que los aspirantes a la adopción son idóneos para un menor comprendido entre los 4 y los 6 años. Pero Juan Luis y Maribel consideran que "carece de sentido común" adoptar a un niño de mayor edad que el más pequeño de los que tienen. "Los psicólogos --subraya el padre-- sostienen que sería perjudicial para nuestra hija de 3 años, que se sentiría marginada".

"Lo lógico es que el último niño adoptado sea menor que los que conviven con nosotros", insiste Juan Luis, que ha llevado su caso ante el Justicia de Aragón, "aunque no tiene poder ejecutivo".

"Si fuera la primera adopción que hacemos, quizá no fuera lógico solicitar un bebé, pero nosotros tenemos experiencia y hemos demostrado que podemos sacar adelante una familia", afirma el adoptante.

"Pienso que la diferencia de tres años respecto al criterio marcado por el Gobierno de Aragón no es relevante", se indigna Juan Luis. "No hay una diferencia abismal y la Administración podría aplicar normas menos rígidas, que valoraran más cada caso particular".

Las protestas del matrimonio han sido inútiles hasta la fecha. La Administración, dicen, "es como una roca". Conocen a la niña por fotografías y ya le han puesto el nombre de Berta, por lo que será difícil que se conformen con el rotundo "no" administrativo. "Somos capaces de traerla de contrabando", asegura Juan Luis al comprobar la "cerrazón" de los técnicos de la DGA.