A un vecino de Zaragoza identificado como K. S. A. U. le salió mal celebrar una fiesta en su casa porque días después entraron y le sustrajeron la cocaína que allí tenía. Él denunció el robo, no de la droga, pero todo el material que allí hallaron los agentes era tan evidente que acabaron deteniéndole por tráfico de estupefacientes.

El vuelco, que es como se denomina al robo de sustancias estupefacientes entre traficantes, se produjo cuando este joven de 29 años y de origen colombiano estaba en un juicio. Aprovecharon su ausencia para acceder al interior de la vivienda situada en la calle Viriato, en la Bombarda. Llamó a la sala del 091 a alertar de lo ocurrido. Los agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón no tardaron en llegar al domicilio, donde se entrevistaron con el denunciante y con un vecino que también se encontraba en la comunidad y procedieron a realizar la correspondiente inspección del interior de la vivienda. La sorpresa de los policías fue mayúscula cuando en una de las habitaciones encontraron numerosos utensilios de fabricación, modificación y distribución de sustancias estupefacientes, así como lo que parecía ser cocaína.

En un primer momento el alertante negó ser el propietario de tales efectos, reconociendo a los minutos que eran de su propiedad y que él era el único morador de esa vivienda, siendo detenido en ese mismo instante como presunto responsable de un delito de tráfico de drogas y quedando precintado el domicilio hasta la correspondiente entrada y registro.

La Unidad de Guías Caninos y la Policía Judicial inspeccionaron la vivienda e incautaron diverso material de fabricación y distribución de drogas; más de 2 kilogramos de sustancia que dio positivo al reactivo de cocaína y más de 400 euros, entre otros efectos. El detenido, con antecedentes similares, quedó en libertad provisional por orden del Juzgado de Instrucción número 1 de Zaragoza.