Salir a cazar en tiempos de confinamiento es lo menos sigiloso que pueda haber, especialmente, cuando la Guardia Civil escuche los disparos, se acerque a preguntar qué está usted haciendo y haya que contestarle. No hay ninguna excusa. Está prohibida la actividad cinegética en el real decreto del estado de alarma. Es lo que le ha ocurrido a dos vecinos de Fuentes de Ebro que han sido sorprendidos cazando conejos en Almochuel.

Ocurrió el pasado viernes. Según hizo público ayer la Guardia Civil, agentes de la Benemérita del Puesto de Belchite recibieron un aviso de un vigilante de seguridad comunicando la presencia de dos personas que se encontraban en el paraje Pedreñales, del término municipal de Almochuel.

Tras personarse en el lugar, los miembros del instituto armado localizaron a dos varones ejerciendo la actividad de caza menor, incumpliendo las restricciones de movimiento establecidas. En el momento de la identificación fueron intervenidas una escopeta de caza, del calibre 12, una canana con 16 cartuchos del mismo calibre y dos piezas de caza (conejos). En el turismo en que se habían desplazado al citado paraje fueron localizados otros seis conejos más.

Por dicho motivo, la Guardia Civil procedió a realizar la propuesta de sanción a ambos varones, vecinos de Fuentes de Ebro, por ir en contra del decreto del estado de alarma.

Pero no fueron los únicos. En Monzón, un vecino de Alcarrás, en Lérida, decidió salir de su vivienda y recorrer los 58 kilómetros que se paran ambos municipios para vender cocaína allí. No lo consiguió porque fue descubierto por la Guardia Civil. La presencia del sospechoso en Monzón fue detectada el pasado sábado por una patrulla de Seguridad Ciudadana que le dio el alto al observar como intentaba acceder a Monzón por una calle en dirección prohibida. Al no poder justificar los motivos del viaje, dar explicaciones contradictorias y mostrase muy nervioso, los agentes procedieron a registrar su vehículo, en cuya parte posterior localizaron una bolsa de plástico con 50 gramos de cocaína, y a incautar los 205 euros en billetes fraccionados que llevaba el sospechoso en sus bolsillos.

El presunto narcotraficante fue detenido por un presunto delito contra la salud pública y denunciado por incumplir las medidas de confinamiento establecidas en el decreto de declaración del estado de alarma. Tras prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 1 de Monzón, el detenido fue puesto en libertad con cargos por presunto tráfico de drogas. La sanción seguirá el trámite en la Delegación del Gobierno de España en Aragón.

Ladrones

En la capital aragonesa ya es la segunda vez que los ladrones intentan aprovechar el estado de alarma para romper escaparates y robar relojes en joyerías. Creen que el hecho de que las calles estén vacías durante la madruga va a implicar que la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón no va a estar patrullando al mismo ritmo, pero en todas las ocasiones han sido detenidos casi al instante.

El último arresto se produjo ayer a las 03.00 horas en un establecimiento de la calle Alfonso I de Zaragoza. La central de alarmas avisó de un posible robo en un establecimiento a la sala del 091 que envió a varios indicativos y los agentes observaron que el escaparate estaba fracturado y había una alcantarilla en el interior del negocio que se encontraba revuelto.

El dispositivo de búsqueda observó en una calle cercana, ocultos entre las columnas de los portales, a dos hombres, uno de ellos menor, que ante la presencia policial, tras tirar diversos objetos a un contenedor de basura intentaron huir, y para evitar la detención empujaron a los policías e intentaron agredirles. Localizaron cinco relojes con la etiqueta con el precio, valorados en 785 euros, y fueron detenidos.