Dos vecinos de Monzón (Huesca) han sido denunciados por Agentes para la Protección de la Naturaleza del Gobierno aragonés tras ser sorprendidos cuando cazaban de forma furtiva pájaros insectívoros (jilgueros y pardillos) que atraían con un teléfono móvil y un reproductor comercial de cantos de ave.

Según informa el Gobierno de Aragón, los agentes sorprendieron a los dos supuestos infractores mientras realizaban labores de vigilancia en la ribera del río Cinca a su paso por la localidad de Cofita, próxima a Monzón.

Los agentes localizaron unas ramas de quejigo y de encina clavadas en el suelo a fin de simular dos pequeños arbolillos y dotadas de pequeñas varillas impregnadas de pegamento con el fin de atrapar a los pájaros que se pudieran posar en ellas.

En las inmediaciones de dicho lugar se encontraban ocultas dos personas que tenían una jaula con seis jilgueros y un pardillo recién capturados.

Los jilgueros y los pardillos, especies protegidas consideradas como de Interés Especial en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón, eran atraídos mediante sonidos de canto de su propia especie que emitían con un reproductor comercial de cantos de aves y un teléfono móvil.

Los dos infractores fueron denunciados por cazar especies protegidas mediante un método de captura no selectivo como es la liga (pegamento) y la utilización de aparatos electrónicos como reclamo.

Todos los materiales y utensilios empleados para la actividad de caza les fueron decomisados, y las aves capturadas fueron puestas en libertad tras comprobar que no quedaban restos de liga en su plumaje.

Según las fuentes citadas, la captura de aves para enjaularlas es una práctica prohibida que se encuentra muy arraigada en algunas regiones de España.

Añaden que los hechos denunciados no constituyen un hecho puntual ya que en los últimos años han sido varias las personas que han sido sorprendidas en toda la geografía aragonesa por hechos similares.