La Organización Sindical de Trabajadores de Aragón (OSTA) ha enviado una carta al Ayuntamiento de Caspe para denunciar "el estado en que se encuentra la Policía Local y el malestar de los caspolinos ante esta caótica situación".

La plantilla de la Policía Local de Caspe está constituida por un cabo y once agentes, pero actualmente a la baja de algunos trabajadores se ha sumado el aumento de la población en Caspe, por la llegada de 3.000 inmigrantes para la recogida de fruta.

En el manifiesto reivindicativo, OSTA asegura que "todavía no se ha cubierto la plaza de policía que quedó vacante hace cuatro años por una jubilación", y que además "existe la necesidad de renovar y ampliar la plantilla actual, ya que un policía está pendiente de jubilarse, otro está pendiente de traslado y varios se encuentran con más de 55 años".

Prado Murillo, primer teniente de alcalde y concejal encargada de personal, aseguró ayer a este diario que la Policía Local va a ser reforzada próximamente con tres nuevos agentes. "En el próximo pleno van a salir las bases de la plaza que estaba vacante desde el año 2000, y se van a crear otras dos nuevas plazas, ya que entre los agentes que forman la plantilla actual hay una petición de jubilación y otra de traslado", explicó la edil.

Murillo reconoció que, tras la llegada de más de 3.000 inmigrantes para la recogida de fruta, la Policía "está desbordada", aunque quiso recalcar que cuentan con el apoyo de la Guardia Civil, los Servicios Sociales y la Oficina de Atención al Inmigrante.

INCIDENTES Y DISTURBIOS Con las tres plazas nuevas --una de cabo y las otras dos de agente-- se espera paliar la situación de desamparo que ha padecido el cuerpo de Policía Local desde hace varios años, y que se ha acentuado estas últimas semanas, con distintos incidentes y disturbios que han provocado cierta alarma en la población caspolina. No obstante, Murillo quiso "llamar a la gente a la calma" y pidió tranquilidad y paciencia para superar una situación problemática como la que está viviendo estos días la Ciudad del Compromiso.

Durante el estío, debido a las campañas frutícolas, la población de Caspe aumenta considerablemente, hasta el punto de sobrepasar los diez mil habitantes. OSTA plantea de este modo en su comunicado que "a la vez que se produce el crecimiento de la población, principalmente por efectos migratorios consecuencia de las nuevas plantaciones de frutales, se genera un mayor estado de conflictividad social, que está produciendo un gravísimo malestar en los vecinos".