El quebrantamiento consentido de la orden de alejamiento es uno de los principales problemas que en el ámbito de la violencia doméstica deben afrontar en estos momentos las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Así lo indicó María Isabel Vargas, de la Fiscalía General del Estado, en su conferencia Malos tratos en mujeres, niños y ancianos , que pronunció ayer ante agentes de los dos cuerpos, dentro de las VIII Jornadas sobre Colaboración entre la Policía Local y la Guardia Civil que se celebró en Zaragoza.

El quebrantamiento consentido del auto de alejamiento, según la fiscal, se produce cuando las víctimas vuelven a lo que los psicólogos denominan "luna de miel" o arrepentimiento del agresor que propició los malos tratos a su pareja.

Vargas apuntó que ante esta situación la víctima suele retirar la denuncia porque cree que los malos tratos han terminado, pero pasados unos meses los hechos vuelven a reproducirse, por lo que recomendó a las Fuerzas de Seguridad que lo que deben hacer en estos casos "es detener al sospechoso y que sea el juez quien decida".

En este sentido, destacó la "sensibilización" que sobre la violencia doméstica se está produciendo en las distintas policías, un hecho relevante a la hora de interrogar a las víctimas, "ya que lo importante no es averiguar lo que ha pasado el día de autos sino en indagar desde cuándo ocurren los hechos que se denuncian".

Como consecuencia del interrogatorio y si el atestado esta bien confeccionado, añadió, "en el noventa por ciento de los casos el juez concluye con una sentencia condenatoria y el posterior auto de alejamiento de su víctima".