Desde hace nueve meses, José Forniés es un pequeño azote para Educación. Se trata de un informático de 41 años que ha presentado varios recursos administrativos contra el departamento y que casi todos los días pasa por el registro para solicitar una entrevista con la consejera, Eva Almunia. Pero la situación se ha revertido, y José recibió hace pocos días una citación para comparecer ante la Justicia. La DGA le ha denunciado por asaltar un despacho oficial.

Todo empezó el pasado 29 de mayo. José, que vive frente al colegio Santa Ana, recibió ese día una buena noticia: su hijo de tres años había sido admitido en el centro, ya que en el sorteo fue agraciado con una plaza. Pero al día siguiente recibió una mala noticia: el sorteo tenía que repetirse porque debido a un error, que se achacó a la informática, tres niños fueron excluidos del bombo y no se había tenido en cuenta a otro que tenía derecho a una plaza por ser acnee (alumno con necesidades educativas especiales).

"Me hubiera parecido bien que se tomara alguna medida para atender las peticiones de estas tres familias, pero lo que no fue lógico es que se repitiera el sorteo, y así se lo hizo ver el Justicia a la consejería", asegura Forniés. A la segunda, su hijo se quedó fuera y la Administración le dio plaza "en el colegio más alejado dentro de la zona educativa".

José vive en La Paz y ahora tiene que llevar a su hijo al colegio Las Fuentes, en el barrio del mismo nombre. "No tengo queja de los profesores del colegio, que son magníficos, pero hago más de 20 kilómetros al día, y porque lo dejamos a comer", lamenta.

El verano fue intenso. José trató por todos los medios de que su hijo fuera readmitido , y en septiembre, cansado de que las largas de la Administración, se presentó una mañana en el Servicio Provincial de Zaragoza y junto a otro padre entró en el despacho del entonces director, Ramón Sabaté. "Sé que fue un error, pero ha habido muchos casos de padres y sindicatos que han irrumpido en dependencias de Educación y creo que no ha habido una denuncia ante la Justicia", indica.

Su versión y la que Sabaté relata en su denuncia, a la que ha tenido acceso este diario, coinciden. Irrumpieron en el despacho y permanecieron allí unas dos horas, hasta que la Policía Nacional les convenció para que abandonaran la sala. "Lo que más me revienta es que fuimos porque en un debate de televisión Sabaté nos invitó a acudir a su despacho, pero una vez allí nos echó con mala cara", cuenta uno de los dos denunciados, ya que el padre que le acompañó al despacho de Sabaté, que ya no es director provincial, también ha recibido la citación del juez.

El próximo 31 de marzo deben comparecer ante el juzgado de instrucción número siete acusados de coacciones, según el texto de la citación. Se trata de un juicio de faltas y se exponen a tener que pagar una multa, pero según fuentes de Educación la consejería no es responsable de la denuncia, a pesar de que ésta existe. El departamento mantiene que el juicio es consecuencia de que la Policía ha puesto los hechos en conocimiento de la Justicia y asegura que no quiere perjudicar a los demandados.