La continuidad de la ministra Teresa Ribera como ministra de Transición Ecológica, sumada a su vicepresidencia y la asunción del reto demográfico, ha despertado recelos, cuando no abierta oposición, entre los partidos de la oposición de derechas aragoneses. Nada extraño, dado que habían venido criticando duramente sus declaraciones y decisiones respecto al carbón y al diésel. Por contra, el Gobierno de Aragón, como anteayer expresaba el vicepresidente y consejero de Industria, Arturo Aliaga, defendió la labor de la ministra y su conocimiento de los problemas de la comunidad.

Así, el presidente del PP turolense, Joaquín Juste, afirmó mediante un comunicado que no puede decir «nada positivo» sobre el nombramiento de Ribera, respecto al cual manifestó su «disconformidad y recelo». A su juicio, en año y medio en el cargo la ministra «ha generado problemas en el sector del carbón turolense y la industria del automóvil», recordando cómo, al poco de asumir el cargo, tildó las centrales térmicas de «ineficientes» y dijo respecto al diésel que tenía «los días contados». También le reprochó que tumbase un proyecto de la autovía A-40, aunque fuese hace más de una década y haya un nuevo proyecto.

En la misma línea, el líder de Ciudadanos en Aragón, Daniel Pérez Calvo, se declaró «escéptico», con Ribera, que a su juicio «ha empatizado muy poquito» con Aragón, por los mismos motivos. También lo leyó en clave política, como forma de que Pedro Sánchez le quite cuota de poder a Iglesias. Ese fue el enfoque que le dio Vox, cuyo líder autonómico, Santiago Morón, lo calificó directamente de «bofetón» al líder de Podemos.

El Gobierno de Aragón, según recogió Europa Press, considera por contra que Ribera «ha colaborado» con Aragón y es «una gran conocedora del territorio». Por ello, como todos los nombramientos de Pedro Sánchez, se reciben «con esperanza» en la comunidad, como podrá exponer el presidente Lambán en las Cortes a final de mes.

LOS SINDICATOS CONFÍAN EN QUE "FACILITE" LAS COSAS

Las Federaciones de Industria de Comisiones Obreras (CCOO) y UGT consideran que la continuidad de Teresa Ribera en el Ministerio de Transición Ecológica puede «facilitar» que se avance en una transición justa para Andorra tras el cierre de la central. En declaraciones a Europa Press, COO incidió en que el trabajo quedó «inconcluso» y UGT instó a detallar el futuro de los trabajadores, tamibén de contratas.