Las máquinas ya están trabajando a pleno rendimiento en la antigua fábrica de Giesa de Zaragoza. Está previsto que su demolición se prolongue durante dos meses y medio aunque no será hasta primavera cuando esté acondicionado para su uso. Así que será con la llegada del buen tiempo cuando los vecinos podrían comenzar a utilizar este espacio organizando actividades puntuales hasta que se alcance un acuerdo con el Gobierno municipal sobre qué usos definitivos albergará esta factoría.

Durante los últimos días se han realizado labores de limpieza en el interior de la antigua fábrica para facilitar la movilidad y el paso de las máquinas. No ha sido hasta esta semana cuando se ha comenzado con el desmontaje de las cubiertas de la zona de los pórticos. Según ha explicado el gerente de Urbanismo, Miguel Ángel Abadía, los trabajos, que se van a realizar por fases, tienen que ejecutarse con «extrema precaución» para no dañar el edificio protegido, que se mantendrá en pie y que, a futuro, será utilizado, aunque requerirá de una adecuación.

Por si fuera poco, también hay que tener especial cuidado con el desmontaje de dos naves de la factoría, ya que sus cubiertas contienen amianto. Desde el consistorio todavía están esperando a que el Instituto Aragonés de Seguridad y Salud Laboral les indique qué protocolo deben seguir para cumplir la normativa. Lo que sí se sabe es que será un proceso lento que debe realizarse en determinados horarios y que no se puede acometer de forma continuada, sino que habrá que realizar pausas.

Desde Urbanismo planean mantener en pie los pórticos colindantes del edificio protegido para crear un espacio diáfano que pueda ser utilizado por los vecinos de forma puntual. El propósito y el compromiso adquirido por el Gobierno PP-Cs pasa por definir junto a los vecinos del barrio el proyecto sobre los usos que se le darán a esta antigua factoría de Las Fuentes.