"Si me quieres escribir / ya sabes mi paradero / en el Frente de Teruel / primera línea de fuego...", repite casi a modo de jota aragonesa Bernardo Aguilar, uno de los pocos supervivientes que todavía están dispuestos a contar lo ocurrido en la madrugada del 20 de enero de 1938, a pocos kilómetros de Rubielos de Mora, en el paraje que llaman de Piedras Gordas.

Pedro Corral era "sólo un periodista buscador de tesoros" entre las cicatrices a medio cerrar de la historia más reciente de España cuando fue a toparse de frente con la trágica historia de los miembros de la 84 Brigada Mixta del Ejército Popular de la República. Desde entonces, este escritor donostiarra se ha convertido en testigo privilegiado de uno de los capítulos más tristes acaecidos durante la Guerra Civil a través de su última novela, Si me quieres escribir... (Debate).

"Trae la historia de unos españoles derrotados por los dos bandos de la contienda, por los vencidos y por los vencedores. Los hombres de la 84 Brigada Mixta sufrieron un castigo atroz por parte de sus superiores, apenas doce días después de haber rendido Teruel, la única capital de provincia conquistada por la República en toda la guerra. Al final de la contienda, muchos de los supervivientes de esta unidad sufrirían largas condenas de cárcel bajo el franquismo, como combatientes republicanos", resume el autor.

La toma de Teruel fue un balón de oxígeno para la República en un momento en que Franco se disponía ya a dar por zanjada la guerra con la conquista de Madrid. Fue una maniobra intencionada para ganar tiempo y recuperar un prestigio que levantara la moral de las tropas leales al Gobierno.

Fueron los hombres de la 84 Brigada los que llenaron aquel 9 de diciembre las portadas de los periódicos de medio mundo, no sólo por su hazaña, --a la que el fotógrafo Robert Capa dedica su única crónica escrita en toda la guerra-- sino por el trato humano dispensado a los rendidos, causa también de los elogios del General Rojo.

Negativa

La rápida intervención del Ejército de Franco obligó, tan sólo 12 días después, al regreso de estos mismos hombres al frente de batalla, que se encontraban descansando en Rubielos de Mora como premio a su gesta. La negativa de los soldados a combatir provocó la reacción enérgica del teniente coronel, Andrés Nieto, quien ordenó fusilar a 46 miembros de esta Brigada por rebeldía al Gobierno.

"La historia de la 84 Brigada Mixta me ha parecido que trascendía la guerra de España para convertirse en una historia humana de sentido universal", comenta Corral. "Son combatientes que pasan en doce días de héroes a traidores a los ojos de su bando". El escritor reconoce que este episodio señala el final del ejército "idealista y revolucionario" y el nacimiento de un ejército regular "con disciplina y castigos tan férreos como el que tenía delante".