Ansar insiste en criticar las resoluciones de la Dirección General de Calidad Ambiental "eximiendo de cumplir la evaluación de impacto ambiental a líneas eléctricas de evacuación de parques eólicos, aun cuando atraviesan espacios protegidos". Y expone, como ejemplo, los casos de la ampliación del parque de Sos del Rey Católico y el de Magallón 26. El primero se va a incrementar con 20 aparatos de 1.500 kilovatios, aunque, asegura Ansar, la evaluación de impacto ambiental "predice un aumento de la mortalidad de 150 a 890 aves al año". Y, sobre Monegros, insiste en que toda la ampliación se produce en zona LIC (Lugar de Interés Comunitario). Al respecto, la DGA recuerda que el parque de Sos le compete al Gobierno central, al repercutir sobre dos autonomías (Aragón y Navarra). Y la Asociación de Promotores de Energía Eólica de Aragón añade que ninguno de los dos parques pertenecen a la asociación. Industria de la DGA negó ayer cualquier duda sobre los impactos ambientales, cuya normativa se endureció con una nueva ley aprobada en el 2000. "Todos los parques eólicos y sus líneas eléctricas de evacuación tienen autorización ambiental vinculante para su construcción", aseguraron desde el departamento.