Aunque es menos visible que la avalancha de multas, el servicio de vigilancia policial sufrió la pasada noche un llamativo desajuste por otra de las medidas de presión que impulsan los sindicatos de Policía Local: la ausencia de agentes de la Unidad de Apoyo Operativo (UAPO) en las calles de Zaragoza. Los agentes, en su mayoría, se niegan a hacer horas extra voluntarias, como por ejemplo en el maratón que se celebra esta mañana. Por ello, la Jefatura no desplegó ayer a la citada unidad, reservándola para esta mañana. Lo mismo sucede con la Unidad de Protección Ambiental y Consumo (UPAC), cuya función habitual el domingo por la mañana se centra en vigilar el rastro para evitar la venta ilegal. Hoy tendrán que reforzar también el operativo de la carrera popular.

La UPAC ha sido, de hecho, una de las principales protagonistas de la escalada de medidas que se ha producido en las últimas semanas, y que ha desembocado en estas medidas de presión. Al negarse a hacer horas extra en las fiestas del Pilar, donde tradicionalmente se les multiplica el trabajo --con la venta ambulante y la ampliación, legal o no, de los horarios de los bares y los consiguientes ruidos--, los mandos amenazaron con disolver la unidad. De hecho, reforzaron los UAPO con una quincena de agentes nuevos para paliar la falta de efectivos de cara a las fiestas.