Un aviso de bomba ayer a las 12.00 horas obligó a desalojar a los usuarios del centro de salud y el Juzgado de Calamocha, así como a los vecinos de un edificio cercano. Un equipo del Grupo de Desarticulación de Explosivos de Zaragoza se desplazó hasta el lugar de los hechos y determinó que se trataba de una falsa alarma.

La zona más cercana a estos edificios estuvo acordonada hasta que un equipo del Grupo de Desarticulación de Explosivos de Zaragoza verificó que se trataba de una falsa amenaza. Además, un grupo de perros especialistas en detección de artefactos rastreó la zona para cerciorarse de que no había peligro.