La Guardia Civil se ha incautado de 609 vehículos de alta gama valorados en más de 31 millones de euros en una operación desarrollada en trece provincias, entre ellas Zaragoza, y en la que han sido detenidas dieciocho personas. Los automóviles, algunos de los cuales habían sido adquiridos por personas residentes en la capital aragonesa, se importaban de Alemania como si estuvieran siniestrados, aunque se hallaban en perfectas condiciones.

De esta manera, los importadores, radicados en distintas ciudades españolas, conseguían eludir el pago de impuestos, y en particular el de matriculación.

Con esta operación, los agentes han puesto al descubierto un fraude fiscal cercano a los dos millones de euros. La intervención se desarrolló además en Huelva, Sevilla, Granada, Almería, Madrid, Valencia, Barcelona, Bilbao, Toledo, Ciudad Real, Murcia y Guadalajara.

EXPEDIENTES FALSOS Los integrantes de la red elaboraban expedientes falsos en los que hacían constar que los coches estaban inservibles. Con este subterfugio, las tasas fiscales que se pagaban (unos 36 euros) eran muy inferiores a las de un vehículo nuevo, cuyos gravámenes oscilan entre los 2.000 y los 15.000 euros.

Los investigadores descubrieron una red de ocho tiendas fraudulentas de compraventa de coches de lujo y se percataron de que algunas carecían de domicilio conocido, mientras que otras figuraban con sedes inexistentes, en edificios abandonados o en ruinas.

Las pesquisas, llevadas a cabo por la Guardia Civil de Tráfico de Huelva, comenzaron cuando se detectó en esta provincia la venta de una serie de vehículos de lujo a un precio muy por debajo de su valor. Los agentes hallaron que los vehículos entraban en España con una documentación falsificada que conseguía hacerlos pasar por accidentados.

SECUESTRO DEL CABECILLA La organización disponía de un entramado de empresas fantasma, que desmantelaba después de realizar un importante número de operaciones de venta, por lo que dificultaba su localización por parte de los clientes.

El cabecilla de la red, J. R. O. G., de 37 años y propietario de una casa de venta de automóviles, fue detenido en Sevilla, así como su hombre de confianza y encargado del entramado financiero, R. L. B., de 50 años.

En Huelva fue arrestado E. S. R., de 35 años, quien contrató a unos ciudadanos colombianos para secuestrar en un apartamento de Faro (Portugal) al cabecilla de la red, a fin de que no declarara contra él.

En Madrid, los agentes detuvieron a J. A. C. M., de 57 años, dedicado a la venta de coches en la capital y a la falsificación de documentos gracias a sus contactos con la red en Sevilla.En Barcelona fue detenido A. B. A., abogado de 35 años y relacionado con una gestoría.