Nada menos que 60 llamadas realizaron los agentes de la Guardia Civil que detuvieron a la joven contagiada del covid-19 para que esta mujer fuera asistida por los sanitarios. Así lo hacen constar en el atestado al que tuvo acceso EL PERIÓDICO en el que reconocen que tuvieron «dificultades y negativa para asistir a la arrestada por parte del facultativo médico».

Tras el arresto y ser alertados por la propia P. A. U. de que tenía coronavirus y que por eso les había infectado, los agentes intervinientes decidieron llamar al centro médico del barrio rural zaragozano de Casetas. Eran las 19.00 horas.

En dicha comunicación señalaron a la médico que habían detenido a una mujer que decía estar infectada de coronavirus. La respuesta fue que tenían que llamar al 061 y que dicho centro tiene órdenes de no actuar ante un caso de este tipo.

Llamaron al 061 un total de 20 veces hasta le descolgaron y les dijeron que ese no era el teléfono al que comunicar una situación así, que debían hacerlo al 976 696 382 que tiene la denominación 061 coronavirus. El agente indicado así lo hizo y tras 30 llamadas un interlocutor les explicó que es la médico del centro de salud la que tiene que atender a la detenida.

Nuevamente telefonearon al ambulatorio y le dijeron que el 061 Coronavirus indica que la competente es la médico de guardia, pero la contestación fue que «que no iba a asistir a nadie en dicho centro, que el protocolo no indica eso y que si el 061 Coronavirus no lo conoce no es su problema».

Eran ya las 23.30 horas y el agente llamó al 976 696 382 pero nadie respondía al teléfono, así que lo intentó en el centro de salud. «No nos negamos a asistirla, pero es el 061 el que tiene que ir asistirla. que lo ha explicado ya tres veces y que les está haciendo perder el tiempo».

No es hasta las 9.30 horas del día siguiente cuando una enfermera del 061 asiste a la arrestada.