El Centro de Recuperación de Anfibios y Reptiles de Cataluña (CRARC), la Universidad de Zaragoza y el Instituto Catalán de Paleontología (ICP) Miquel Crusafont han descrito por primera vez una patología ósea, una inflamación en una falange, en un cocodrilo que vivió hace 50 millones de años.

La investigación, publicada esta semana en la revista "Historical Biology", presenta por primera vez la descripción de una enfermedad inflamatoria en una falange de un cocodrilo de casi 50 millones de años proveniente de un yacimiento de Aragón.

Según ha informado el ICP, esta lesión, posiblemente originada por una fractura, es una enfermedad común en reptiles actuales.

En el estudio, los investigadores han llevado a cabo una evaluación detallada de una falange del pie de un cocodrilo descubierta en el yacimiento de 'La Boixedat' y actualmente custodiado por el Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont.

Este yacimiento, situado cerca del pueblo de Roda de Isábena (Huesca) fue excavada por el mismo Miquel Crusafont a mediados de los años 50 del siglo pasado y ha proporcionado material fósil de mamíferos, incluyendo creodontes (un grupo extinto de mamíferos carnívoros), perisodáctilos (el grupo que incluye los caballos y asnos actuales, entre otros), así como prosimios y artiodáctilos.

Entre los restos reptilianos se han reconocido fósiles de tortugas y cocodrilos.

A partir de la descripción microscópica y macroscópica y con la ayuda de las imágenes obtenidas mediante el aparato de tomografía computarizada del ICP, los investigadores han detectado una enfermedad inflamatoria que afectó la pata posterior izquierda de uno de los cocodrilos hallados.

La primera falange presenta una anormalidad morfológica conocida como osteítis proliferativa, que no se observa en otros dedos del mismo individuo ni en el de especies actuales como el cocodrilo del Nilo (Crocodylus niloticus), ha informado el ICP.

Este hallazgo supone la primera descripción de una patología de un cocodrilo del Eoceno en la Península Ibérica.

"La falange afectada muestra un crecimiento óseo moderado, un callo que cubre parte del tercio medial de la diáfisis distal, probablemente como reacción a una fractura en un proceso de desgaste que provocó una inflamación alrededor de la lesión primaria, así como un surco que no se observa en las falanges sanas", han explicado los investigadores.

Como esta lesión tuvo lugar en el cocodrilo afectado durante mucho tiempo, años antes de morir, deformó el perfil de su dedo y dejó un rastro óseo que ha podido ser detectado una vez fosilizado.

Los paleontólogos desconocen el origen de la patología, aunque podría ser el resultado de luchas territoriales, tal como se observa en cocodrilos actuales.

El estudio se enmarca en el convenio de colaboración entre el Departamento de Faunas del Mesozoico del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont y el Centro de Recuperación de Anfibios y Reptiles de Cataluña que ha permitido en los últimos años a investigadores de ambas instituciones colaborar y profundizar en diversos aspectos de la investigación de los reptiles actuales y extinguidos.

En el estudio también ha participado el Grupo Aragosaurus-IUCA, de la Universidad de Zaragoza y la ilustradora científica Agnès Amblàs.