Una excavación en búsqueda de restos antiguos ha hallado recientemente en las inmediaciones de Aguaviva, en el Bajo Aragón, un total de 20 túmulos funerarios de la época íbera.

En uno de ellos han aparecido distintos objetos (como restos óseos y trozos de metal) que han permitido a los expertos datar los vestigios en el siglo antes de nuestra era.

El hallazgo se ha realizado en el contexto de unos trabajos en el paraje conocido como valle dels Moliners. Al realizar las obras para la apertura de accesos a una zona de cultivo aparecieron los enterramientos, situados en una zona inclinada.

Los expertos creen que este asentamiento pertenece a un importante grupo constructivo radicado en esa parte de la comunidad aragonesa.

En los túmulos ahora aflorados se han realizado investigaciones y en uno de ellos han aparecido adornos incompletos y huesos humanos, todo ello muy deteriorado y fragmentario.

No se ha podido determinar la existencia de ninguna cámara sepulcral en este emplazamiento, ubicado en una ruta natural entre el noreste de la provincia de Teruel y la costa mediterránea en Castellón.

Esta actuación ha sido posible gracias a una subvención de la Administración autonómica y la lleva a cabo la Asociación del Parque Cultural del Maestrazgo. Cuenta asimismo con la intervención del Ayuntamiento de Aguaviva y del Consorcio del Patrimonio Ibérico de Aragón. Al frente de la prospección se encuentra José Antonio B Benavente.

En la misma también toman parte distintos arqueólogos y voluntarios procedentes de escuelas y talleres de esta zona de actuación.