El Boletín Oficial del Estado publicó ayer la declaración de impacto ambiental favorable para el desdoblamiento de la carretera N-II entre Pina de Ebro y Fraga. Este es el primer paso para avanzar unas obras muy demandadas y que apenas cuenta con dotación presupuestaria. La declaración de impacto permitirá ahora iniciar los trámites para redactar el proyecto constructivo de una de las infraestructuras eternamente reivindicadas dado que es el único tramo sin desdoblar de la carretera que une las dos principales ciudades del Estado: Madrid y Barcelona.

El consejero de Obras Públicas del Gobierno de Aragón, Rafael Fernández de Alarcón, subrayó ayer que se trata de un paso adelante "positivo que ha tardado en llegar", ya que "llevaba años para resolverse". En unas declaraciones facilitadas por el Gobierno de Aragón, el consejero destacó que es necesario un desdoblamiento de la carretera "del siglo XXI, adecuado, moderno, suficiente" entre Pina y Fraga y que en el tramo entre Alfajarín y Pina hay que continuar con la política que ya inició el Gobierno de Aragón para que el peaje de la AP-2 sea gratuito.

El consejero ha explicado que a partir de esta resolución será el Ministerio de Fomento el que tenga que resolver la ejecución de los proyectos constructivos del desdoblamiento entre Pina y Fraga, ejecutando los presupuestos del Estado con las cantidades ya previstas y complementándolas con otras en el 2015.

64 KILÓMETROS La alternativa seleccionada para la conversión en autovía de la N-II entre Pina y Fraga tiene una longitud aproximada de 64 kilómetros y se realizará mediante la duplicación de la carretera en los tramos en los que sea posible y la adopción de variantes que eviten el paso de la autovía --limitada a una velocidad de 100 kilómetros por hora-- por los núcleos urbanos por los que discurre actualmente la N-II: Bujaraloz, Peñalba y Candasnos. Está prevista la construcción de doce viaductos de entre 60 y 560 metros de longitud y de un túnel de 950 metros y calzada única en sentido Fraga.

La declaración recoge los impactos de la alternativa elegida y las medidas preventivas, correctoras y complementarias, entre ellas sobre la fauna, ya que el trazado atraviesa las zonas de especial protección para las aves (ZEPA) Estepas de Monegrillo y Pina; El Basal, Las Menorcas y Llanos de Cardiel y por el límite norte de la Retuerta y Saladas de Sástago, y afecta de forma especial a la avifauna esteparia.

Los principales impactos sobre la fauna se deberán a la destrucción o deterioro de los hábitats, a la alteración de los periodos de reproducción y cría, al incremento del riesgo de atropello y al efecto barrera y fragmentación del medio, aunque se plantean medidas constructivas para minimizar este impacto.

En cuanto al patrimonio, es previsible que puedan verse afectados yacimientos arqueológicos y paleontológicos situados a menos de cien metros de distancia del trazado entre Bujaraloz y Candasnos. Durante la fase de redacción del proyecto se harán prospecciones arqueológicas y paleontológicas para la localización de yacimientos.