Un grupo de cuatro amigos, de unos 15 años de edad, se bañaba en el Ebro en la tarde de ayer. Se encontraban en el camino de Ranillas, frente a la estación intermodal. Uno de ellos, Luis Iván G. D., se adentró más de la cuenta en el fuerte caudal del río y comenzó a sumergirse. Tras el primer intento, sus amigos vieron cómo el chico asomaba en la superficie. Sin embargo, después de su segunda inmersión, no volvió a aparecer, según informaron fuentes de los bomberos de Zaragoza.

Sus compañeros alertaron a los servicios de emergencia sobre las 17.55 horas, y miembros de la Policía Local y del cuerpo de bomberos se trasladaron hasta allí, un lugar donde el cauce del río crea una curva y acumula gran caudal. Comenzó entonces una búsqueda desesperada en la que los bomberos utilizaron dos lanchas para rastrear el río en busca del joven desaparecido.

Esta búsqueda terminó sin éxito tres horas después, en torno a las 21.00 horas. Las labores de rescate se suspendieron por la falta de luz. Las lanchas abandonaron el río y las labores de búsqueda se reanudarán a primera hora de la mañana.

Fuentes policiales señalaron más tarde que, al parecer, esta zona del río puede alcanzar gran profundidad en algunos puntos, así que la hipótesis más probable es que alguna corriente de agua pudo arrastrar al chico mientras se sumergía y no volvía aparecer. Al parecer, el grupo de amigos reside en el barrio del Actur. La zona en la que ocurrió el suceso es frecuentada por bañistas que aprovechan el lugar, pues aparecen pequeñas playas en la orilla del río y el agua corre más limpia que en otros tramos. Ayer, como consecuencia del fuerte calor, numerosos bañistas decidieron darse un remojón en la ribera del río.