Les ha costado buena parte de este primer año desprenderse del resentimiento que les provocó la reedición del pacto PSOE-PAR. Estaban convencidos, tras las autonómicas, de que Iglesias no optaría de nuevo por el PAR en la DGA y se mostraron dolidos al comprobar que se quedaban fuera del Pignatelli. Este hecho les ha condicionado su labor de oposición. A pesar de haber crecido en diputados, Bizén Fuster y Chesús Bernal siguen llevando el peso.