La Guardia Civil ha desmantelado una activa banda de ladrones que actuaba por toda España utilizando diferentes técnicas --el alunizaje, o rotura de escaparate empotrando un vehículo, el butrón o el atraco-- y que logró un botín que ronda los 8.500.000 euros, de los cuales han recuperado por el momento apenas medio millón. La operación Nokan, coordinada por el Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza, se ha cerrado con siete detenidos --cinco de los cuales ingresaron en prisión en Zuera-- y otros nueve imputados, todos ellos residentes en la localidad madrileña de Arroyomolinos.

La rama aragonesa de la investigación, la primera, comenzó a raíz de un robo en un almacén de productos cárnicos de Alfajarín, el año pasado. Cruzando datos, la Policía Judicial de Zaragoza comprobó que la misma banda estaba siendo investigada por sus colegas de Madrid, Toledo y Ciudad Real, además de los Mossos d'Esquadra de Lérida, tras lo que comenzó una investigación conjunta.

Según determinaron los investigadores, la banda, liderada por un conocido alunicero madrileño, estaba compuesta por ladrones veteranos --todos con antecedentes-- y españoles, salvo un dominicano. Se trata del grupo más activo detectado en Aragón, según fuentes del instituto armado. Estaban organizados no solo por técnicas sino geográficamente.

Así, en Aragón se centraban en el robo de vehículos de carga, camiones y furgonetas, que utilizaban para transportar la carga de otros robos. En esta zona --y en Badajoz-- asaltaban fundamentalmente almacenes de productos alimenticios, mediante la técnica del butrón, practicando un agujero en la pared desde un local contiguo. También robaron una sucursal bancaria.

En Madrid, sin embargo, hacían uso del alunizaje para desvalijar tiendas de informática y telefonía móvil, y robaban también vehículos de lujo de las urbanizaciones más exclusivas del noroeste de la provincia, como Pozuelo, Las Rozas y Majadahonda. En total, calculan que podrían haber robado más de cien vehículos. Para borrar pistas solían cambiarles las matrículas y, finalmente, los abandonaban o quemaban.

Otra rama de la banda se dedicaba a atracar a camioneros. En uno de estos asaltos, en noviembre del año pasado, asaltaron al chófer a punta de pistola y le metieron en el maletero de un coche --también robado--. Pudo ser rescatado y su cargamento, recuperado.

Tras la investigación, la Guardia Civil llevó a cabo nueve registros de domicilios y naves industriales en Madrid, Arroyomolinos, Navalcarnero y Valdemoro, donde hallaron gran cantidad de material robado --organizado por clases-- y del que se servían para los robos, como lanzas térmicas para reventar las cajas fuertes e inhibidores de frecuencia para anular las alarmas.