Una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil, con colaboración internacional, ha permitido desmantelar una red de falsificadores de tarjetas bancarias utilizadas para pagar en los peajes por toda Europa, que a falta de un cálculo preciso podría haber generado más de 500.000 euros de perjuicio. Entre los 24 detenidos en toda España (rumanos, españoles y cubanos) se encuentra una pareja zaragozana que, como adelantó EL PERIÓDICO, residía en La Muela.

La mujer quedó en libertad tras declarar en comisaría pero el hombre ingresó en prisión provisional tras declarar en el Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, junto con otros 7 de los 14 arrestados que pasaron ante el juez. Entre su domicilio y un taller registrados en la localidad zaragozana se encontraron 278 tarjetas, un lector-grabador y una impresora de estos documentos.

Aunque los detenidos utilizaban presuntamente la misma mecánica para defraudar, en realidad no se trata de una banda, según detalló Interior ayer, sino de varios emprendedores que competían entre sí captando camioneros y empresas como clientes.

De hecho, practicaban cierto espionaje industrial comprándose tarjetas entre ellos por medio de intermediarios para comprobar si la competencia ofrecía mejores productos.

El fraude, según las mismas fuentes, consistía en obtener datos de tarjetas bancarias a través del carding, como se conoce a los distintos sistemas informáticos para robar estos registros. Con los datos se fabricaban tarjetas llamadas madres, de las que a su vez se podían obtener hijas e incluso nietas para vender.

La operación concluyó con 18 registros domiciliarios en Barcelona, Tarragona, Gerona y Castellón, además de Zaragoza, y 3 en sedes de empresas de transporte, que han permitido desmantelar 11 talleres de fabricación. Los agentes decomisaron cerca de 15.000 tarjetas, casi 20.000 euros y cuatro coches de lujo.