La Policía ha desmantelado una red rumana dedicada a la explotación de prostitutas de su país que actuaba en Zaragoza, Barcelona y Alicante. Los agentes detuvieron a 21 personas, seis de las cuales fueron internadas en la prisión de Zuera, y han identificado a otros 12 miembros de la banda de delincuentes que están en paradero desconocido.

Las investigaciones sobre esta red se iniciaron hace un mes y en ellas intervinieron la Brigada de Extranjería de Zaragoza y la central de Madrid. La Policía tenía conocimiento de que había una banda muy violenta que captaba a mujeres en Rumanía para trasladarlas a España.

AMENAZAS Una vez aquí, las mujeres eran obligadas a ejercer la prostitución en diversos establecimientos de alterne. Según fuentes policiales, la banda las mantenía privadas de libertad y bajo amenazas de muerte que también afectaban a sus familiares.

Las víctimas que pretendían desengancharse de esta actividad llegaron a ser golpeadas y, en algunos casos registrados en Alicante, agredidas sexualmente y violadas por los miembros de la banda.

Aunque los principales responsables de la red actuaban en Alicante y Barcelona, las principales investigaciones se realizaron en Zaragoza, donde se pincharon algunos teléfonos y se efectuaron registros en tres viviendas y en el club Papiro, en la carretera de Logroño.

En los pisos registrados en las calles Duquesa Villahermosa y Radio Juventud y en el Parque Roma se intervinieron pasaportes de ciudadanas rumanas en paradero desconocido, documentos falsificados, así como libros de contabilidad y otra documentación que ha sido aportada como prueba de las actividades delictivas de la banda.

De las seis personas encarceladas, cuatro de ellas tienen nacionalidad rumana, una española y otras venezolana. Estas dos últimas salieron en libertad provisional de la cárcel de Zuera en la tarde de ayer. Las otras 15 personas detenidas son jóvenes prostitutas que no tenían la documentación en regla para permanecer en España, por lo que se han incoado expedientes de expulsión.

Fuentes próximas al caso señalaron que la red desarticulada no tiene relación con tras dos bandas que hasta hace un mes protagonizaron violentas agresiones en su lucha por controlar la prostitución de mujeres rumanas en Zaragoza.