Desmantelado un cultivo con 207 plantas de ‘maría’

La operación partió de una patrulla rutinaria por el campo, durante la cual los agentes notaron un fuerte olor a marihuana que provenía de un terreno junto a una casa, por lo que se acercaron al lugar. Allí observaron tras un muro bajo una treintena de plantas, por lo que llamaron a la puerta de la vivienda.

Les atendió el que luego sería el detenido, un vecino de Maella de 42 años y nacionalidad marroquí, que reconoció la propiedad de la droga. Cuando los agentes le pidieron permiso para echar un vistazo a la parte interior de la finca, el hombre lo concedió y allí encontraron otra buena cantidad de plantas.

Los agentes llamaron al comandante de puesto de Maella, y en un registro más concienzudo contabilizaron hasta 207 plantas, en diversos estados de crecimiento. Tras el decomiso de todas ellas, el hombre fue puesto a disposición judicial como presunto autor de un delito contra la salud pública por tráfico de marihuana.

Las incautaciones de esta droga son bastante frecuentes, aunque la vigilancia constante de los agentes del instituto armado, helicópteros incluidos, ha ido reduciendo la presencia de los cultivos como este, al aire libre y fácilmente detectables.

La cantidad decomisada parece difícilmente compatible con el consumo propio en este caso, pero por norma general los traficantes, particularmente los grupos organizados, están optando más bien por cultivos de interior, invernaderos con todo tipo de adelantos tecnológicos (lámparas, sistemas de ventilación, etc.) para acelerar el crecimiento de las cosechas y sacar más rendimiento a las instalación, además de dificultar la detección de las instalaciones al contar con sistemas de camuflaje del olor. Pero a la larga, es difícil que la actividad en los locales, sobre todo si también son para la venta, pase desapercibida para los agentes.