La Guardia Civil ha detenido a cinco personas por un presunto delito contra la salud pública al desmantelar un matadero clandestino en Fuentes de Ebro, donde se sacrificaba ganado porcino a tiros, empleando una pistola de cartuchos. La instalación no cumplía las más mínimas condiciones higiénico-sanitarias que exige la normativa actual.

El Instituto Armado puso en marcha en octubre la denominada operación Butcher y las investigaciones de los Equipos Roca de La Almunia de Doña Godina y Caspe permitieron descubrir en Fuentes de Ebro el matadero en una nave aislada.

El ganado procedía de una explotación de la misma localidad y era trasladado en una furgoneta que estaba dada de baja desde marzo del año anterior, tenía la ITV caducada desde 2011 y carecía de seguro obligatorio. Además, se comprobó que el titular de la explotación ganadera era un vecino de Fuentes de Ebro, propietario de la granja pero no del ganado, ya que se dedicaba solo a labores de engorde.

El pasado martes, durante las labores de vigilancia de la instalación, los agentes observaron cómo uno de los sospechosos salía de ella y se dirigía a la granja, de la que salió transportando en la furgoneta dos cerdos de grandes dimensiones que fueron trasladados a la nave.

La Guardia Civil entró, comprobó que efectivamente ese lugar era utilizado como matadero clandestino de ganado y encontró a una persona con un quemador conectado a una bombona de butano y, justo al lado, el cadáver de un cerdo sacrificado y con la piel calcinada.

También se halló un cerdo vivo en la furgoneta, un habitáculo utilizado de secadero y ahumado en el que había varias piezas de carne, así como varias armas blancas para labores de despiece y una pistola para sacrificar animales con su munición.

La Guardia Civil avisó a un veterinario de la DGA, que dictaminó que la carne no era apta para consumo humano, por lo que se sacrificó al animal vivo y se destruyó toda la carne intervenida en la instalación. La carne obtenida era vendida directamente a personas de nacionalidad rumana vecinas en la comarca de Valdejalón, no a establecimientos comerciales de la localidad de Fuentes ni del resto de la provincia.

La Guardia Civil ha detenido a las cuatro personas que estaban en la nave, todas de nacionalidad rumana, entre los 39 y 46 años, y al propietario español de la explotación ganadera. Les imputa un delito contra la salud pública.