Ser un buen camello y que tus compradores te consideren el de cabecera puede ser bueno para hacer una gran cartera de clientes con el peligro de que uno de ellos pueda informar a la Policía en un momento de nerviosismo al ser interceptado con la dosis en la mano. Es lo que le ha pasado a un joven que ha sido detenido, junto a su compañero, quienes no solo se dedicaban a la distribución de la droga en la mano, sino también a procesarla. Tirar del hilo le ha permitido al segundo Grupo de Estupefacientes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) poder desmantelar, en el marco de la operación Canal, un laboratorio de estupefacientes en la capital aragonesa.

El centro de operaciones lo tenían situado en la un chalet situado en la zona de la Venta del Olivar de la capital aragonesa, si bien utilizaban un domicilio en la calle Tomaso Albinoni, en el barrio de Rosales del Canal, para guardar la cocaína que estaba lista para la venta. De hecho, los agentes intervinieron 179 papelinas perfectamente preparadas para distribuir, así como más de 54.700 euros en efectivo. También hallaron documentación en la que aparece una contabilidad de sus clientes en la que figuran deudas de más de 3.000 euros.

DESDE UN CHALÉ/ Los investigadores comprobaron cómo este chalé era el lugar al que, invariablemente y de manera muy regular, se dirigía el primer detenido antes de tratar con sus clientes habituales, o tras recibir encargos más específicos de los mismos.Allí se descubrió un laboratorio, muy completo, con todos los útiles, efectos, productos químicos y maquinaria necesaria para el procesamiento de la droga. También se localizó en esa misma vivienda una plantación de interior de marihuana con capacidad para 60 plantas y que estaba produciendo una cosecha cada 45-50 días.

Las pesquisas policiales han permitido averiguar que era en Madrid donde los dos detenidos adquirían gran parte de la droga que luego adulteraban y vendían y distribuían en Zaragoza.

En el registro practicado, se han interviniendo 510 gramos de speed, 623 gramos de marihuana, 52 plantas secas, 50 gramos de cristal, 198 de cocaína, más de 54.700 euros en efectivo, así como básculas, molinillos de café, tres prensas hidráulicas con sus moldes, distintos productos de sustancia de corte, envasadoras y bolsas de envasar, un invernadero de marihuana al completo, un vehículo y una motocicleta de alta gama. Estos dos hombres fueron enviados a prisión por el juez de guardia.

Esta operación se produce dos semanas después de que el Cuerpo Nacional de Policía arrestara, también en la capital aragonesa, a dos matrimonios a los que intervinieron 2,2 kilos de cocaína con una gran pureza. Les fue decomisada en su vivienda de la calle Doctor Iranzo, en el barrio zaragozano de Las Fuentes. Da la casualidad que uno de elos arrestados, según adelantó este diario, es el padre del joven que fue tiroteado en el Casco Histórico zaragozano el pasado verano tras amenazar a varios viandantes con una cuchilla y atacar a un policía. Su socio es el otro de los detenidos. Ambos están en prisión. H