Un amplio operativo policial en el que han participado medio centenar de agentes ha permitido desmantelar dos narcopisos en el barrio del Perpetuo Socorro desde los que se suministraba marihuana a jóvenes y menores de la ciudad, y detener a cinco personas.

Durante la operación, que se llevó a cabo a primeras horas de la mañana de ayer, los agentes registraron los dos pisos e intervinieron 81 plantas de marihuana, 150 gramos de cogollos, instrumentos diversos para el cultivo "indoor" de la droga, armas blancas y bicicletas y teléfonos móviles supuestamente robados.

Las investigaciones se iniciaron a raíz de diversas informaciones anónimas que alertaban de que una de las viviendas generadoras de mayor conflictividad social en el barrio, ubicada en la calle Valencia, era frecuentado por jóvenes y menores en busca de droga, han informado fuentes del Cuerpo Nacional de Policía en una nota de prensa.

Tras verificar la denuncia, los investigadores comprobaron que los presuntos vendedores de droga eran miembros de un clan familiar que eran auxiliados por otros integrantes de la familia, cuya función era estar en la calle para alertar de la presencia policial.

También constataron que los jóvenes y menores salían con marihuana de los dos inmuebles intervenidos y que algunos de ellos sustraían bicicletas o teléfonos móviles para el pago de la droga.

La intervención policial, una vez obtenido el mandamiento judicial, se llevó a cabo con el apoyo de la Unidad de Prevención y Reacción de la Jefatura Superior de Policía de Aragón y la colaboración de la Policía Local de Huesca, a la que se encargó acordonar las calles adyacentes.

Los agentes procedieron a la detención, por presuntos delitos de tráfico de drogas, de cuatro miembros del clan familiar, uno de los cuales tenía una orden en vigor de búsqueda e ingreso en prisión tras ser condenado en marzo de 2015 por disparar con una escopeta de aire comprimido a un policía local que patrullaba por la zona.

Tras el derribo de las puertas de los dos narcopisos, los policías que rodeaban el bloque para impedir una posible huida observaron como este sospechoso se descolgaba de una ventana y se introducía en la vivienda de su vecino de abajo.

Este vecino se negó a abrir la puerta de su vivienda, por lo que los agentes procedieron a su derribo y a detenerlo cuando trató de impedirles el paso y agredirles.

El reclamado aprovechó este momento para salir de nuevo por una de las ventanas y trepar por un canalón de la fachada hasta el tejado del edificio, desde el que se movió por las distintas azoteas hasta conseguir entrar en un ático, donde fue localizado por los agentes agazapado bajo una de las camas.