El highline aparecido hace una semana en pleno Parque Natural de Guara tiene los días contados. Se trata de una cinta de nailon tensa anclada en dos puntos sobre la que poder desplazarse haciendo equilibrios sobre ella, un sistema que obedece a una peligrosa práctica deportiva que todavía nadie sabe quien la instaló. Una vez que alertaron de su colocación, los Agentes de Protección de la Naturaleza (APN) de la DGA, se ha decidido desmontar por las afecciones y molestias a las aves o a los helicópteros de rescate. La práctica, importada de Estados Unidos, está cada vez está más extendida.