Manuel Serrano, presidente del Consejo Social de la Universidad de Zaragoza, dio ayer en el Aula Magna del Paraninfo de Zaragoza una visión panorámica del estado de la eutanasia a través de los tiempos y en el mundo actual en la que subrayó que «despenalizarla no significa que obligatoriamente haya que practicarla».

«Es cierto que la sociedad está evolucionando poco a poco hacia la despenalización, al igual que la clase médica colegiada, pero, en última instancia, será la conciencia de cada ciudadano la que considere si debe practicarse o no», constató Serrano, que es además exmagistrado del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA).

El conferenciante recordó que, en virtud del Tribunal Constitucional, del Supremo y de la legislación aragonesa, los médicos tienen derecho a la objeción de conciencia. «Lo fundamental es que el profesional que no quiera practicarla lo comunique anticipadamente para que la institución correspondiente busque otro facultativo», explicó.

Respecto a la normativa de Aragón, Serrano señaló que, al igual que la española, recogida en el artículo 143 del Código Penal, «penaliza la eutanasia». Sin embargo, precisó que, a nivel nacional, existe una propuesta conjunta del PSOE, PP y Ciudadanos, apoyada por Podemos, que trata de reforzar los cuidados paliativos y que debe debatirse en el Congreso de los Diputados.

«La situación actual en España es tener en cuenta que en los estadios terminales hay que favorecer en la medida de lo posible lo que podría llamarse el confort del enfermo», continuó el presidente del Consejo Social de la Universidad. Con este término hacía referencia a acciones como «alimentarlo, procurar evitarle el dolor y sostenerlo hasta que llegue la muerte, huyendo de lo que ha dado en llamarse encarnizamiento terapéutico».